El Banco Mundial busca recaudar U$S100.000 millones en donaciones de los países más avanzados, para hacer frente a los «trágicos retrocesos en el desarrollo» causados por la pandemia del Covid-19.
Así lo informó este lunes el presidente de ese organismo internacional, David Malpass, quien precisó que ese dinero se destinará al fondo de la Asociación Internacional de Fomento y se desembolsará a los países más pobres.
Malpass puntualizó en Washington que la economía mundial crecerá 5,7% este año y 4,4% en 2022, pero advirtió sobre el crecimiento de las desigualdades entre las economías avanzadas y los países en desarrollo, que han hecho retroceder los esfuerzos para reducir la pobreza extrema.
Según el directivo, «los datos apuntan a una ralentización del impulso de la actividad mundial, en medio de los persistentes cuellos de botella de la cadena de suministro y los repuntes del Covid-19».
«El panorama es desafiante para gran parte del mundo en desarrollo, con tasas de vacunación rezagadas en aumento; inflación, apoyo político limitado, muy pocos empleos y escasez que se extiende a los alimentos, el agua y la electricidad», alertó.
Malpass señaló además que se espera que la renta per cápita en las economías avanzadas crezca casi un 5% en 2021, pero sólo un 0,5% en los países de bajos ingresos.
«Estamos asistiendo a lo que yo llamo trágicos retrocesos en el desarrollo en muchas dimensiones. Los avances en la reducción de la pobreza extrema han retrocedido años, para algunos una década», enfatizó el directivo.
Y pidió esfuerzos para hacer frente a los niveles de deuda de muchos países en desarrollo, ya que la carga de las naciones de bajos ingresos aumentó un 12% hasta alcanzar la cifra récord de U$S 860.000 millones en 2020.