La inflación tendrá un piso el próximo año en torno del 57%, más de veinte puntos porcentuales por encima de la estimación del gobierno del 33%, según el Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano.
El director del CENE, Víctor Beker, recordó que para este año el gobierno preveía inicialmente una inflación anual del 29%, que después elevó al 45%, y que el año concluirá con un incremento de precios del orden del 50%.
«Suponiendo que se mantenga constante el margen de error para el 2022, la inflación para el año próximo debería calcularse entonces en 57%», advirtió Beker.
El economista señaló que ese pronóstico «debería considerarse el piso de la inflación para 2022, a menos que se introduzca un serio plan de ataque a la inflación que logre torcer su rumbo».
«Sin embargo, este escenario aparece como el menos probable, al margen del compromiso que se adopte con el FMI», agregó.
Beker consideró que «la necesidad de introducir algunos retoques tarifarios, junto con el deslizamiento de la cotización del dólar para evitar un retraso cambiario significativo, así como los incrementos salariales pactados, son factores que presionarán sobre la inflación desde el ángulo de los costos».
«La emisión monetaria lo hará desde el punto de vista de la demanda, mientras que la inercia inflacionaria, en una economía indexada, asegurará que no haya una merma significativa en las tasas de incrementos mensuales de precios», explicó el director del CENE.
Aseguró que «tanto, inflación de costos, de demanda e inercia inflacionaria se combinarán para asegurar que los precios sigan su actual derrotero».
La estimación de Beker se encuentra en línea con la de la consultora de Orlando Ferreres, que ubicó la inflación del año próximo también en 57%.
Por su parte, el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), que realiza el Banco Central entre consultoras, bancos y universidades elevó el pronóstico de inflación para 2022 a 52,1% interanual, 3,2 puntos porcentuales más respecto al informe del mes pasado.