El Gobierno se vio obligado a importar 150.000 metros cúbicos de gasoil para evitar cortes de energía eléctrica que perjudiquen a las industrias, a raíz de la ola de calor que sufre el país.
La operación estuvo a cargo de la Compañía Administradora del Mercado Eléctrico Mayorista (Cammesa) y el gasoil importado debería arribar al país la semana próxima.
Como se esperan altísimas temperaturas en todo el país para los próximos días, ese organismo tomó la decisión de importar ese combustible para destinarlo a la generación eléctrica.
La decisión tiene por objetivo recuperar el nivel de reserva de combustibles para las centrales eléctricas y, así, garantizar el abastecimiento, sin recurrir a cortes programados para grandes usuarios, como ocurrió entre 2013 y 2015.
Así, Cammesa licitó el viernes último la adquisición de 150.000 metros cúbicos de gasoil, publicó este lunes el sitio especializado EconoJournal.
Los combustibles líquidos juegan un rol fundamental en una situación como la actual, dado que la oferta de gas natural está limitada por la ausencia de capacidad de transporte disponible desde la cuenca Neuquina y la declinación de la producción en las cuencas Austral y Noroeste.
A eso se suma que Bolivia tiene problemas para enviar más gas natural hacia la Argentina.
En numerosas regiones del territorio nacional se aguardan temperaturas superiores a los 40 grados y, en consecuencia, se estima que el sistema de generación eléctrica opere a niveles máximos e, incluso, con nuevos récords de demanda.
Se estima que el 18 de enero llegue al país el gasoil importado y, según especialistas, por lo general las licitaciones se realizan con entre 45 y 60 días de margen, por lo cual el escaso plazo para la entrega hace suponer que los precios serán más caros.
En esta operación «relámpago» podrían participar solo tres compañías (Trafigura, Vitol y Glencore) que son las que disponen de capacidad de almacenaje instalado en la Argentina y suelen transportar derivados de combustibles en Paraguay y Bolivia.
En septiembre de 2021, Cammesa estimó que el consumo de gasoil de las centrales eléctricas treparía a 600.000 metros cúbicos este año, pero esa cifra podría superarse por la sequía de la cuenca del Paraná-Paraguay, el bajo nivel de reservas hídricas de la región del Comahue -en la Patagonia- y los inconvenientes para importar gas desde Bolivia.