Las condiciones financieras de la economía argentina registraron en diciembre último su peor registro en doce meses y sumaron su sexta caída consecutiva.
En el segundo semestre de 2021 se perdió toda la mejora que se había observado en la primera mitad del año, según el Índice de Condiciones Financieras (ICF) que difundió el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF).
En diciembre, el ICF cayó casi 8 puntos y se ubicó en -60.1, su peor registro desde diciembre del 2020; la caída estuvo anclada en una fuerte pérdida del índice de condiciones internacionales, mientras que el índice de condiciones financieras locales empeoró sólo levemente, según el informe. .
Así, el subíndice de condiciones locales se ubicó en -90.8 puntos, su sexta caída consecutiva, pero fue marginal, ya que el valor actualizado de noviembre era de -89.5 puntos.
En junio estaba en -59.9, de manera que el retroceso del segundo semestre fue intenso.
De las 10 variables que lo componen, hubo mejora en tres de ellas, empate en otras dos y retrocesos en 5: las que mejoraron fueron la brecha cambiaria, el riesgo país y el riesgo de legislación medido por la diferencia de rendimientos entre bonos ley de Nueva York y ley argentina.
El IAEF puntualizó que algunas de estas variables empezaron enero con el «pie cambiado»: las que no incidieron fueron las variables asociadas a la tasa de interés local (pero seguramente habrá cambios en enero también).
Entre los factores que tiraron para abajo el índice, fueron las expectativas altas de inflación núcleo para diciembre y las pérdidas de depósitos en dólares.
Por su parte, el subíndice de condiciones externas cayó en diciembre 6.4 puntos y se ubicó en 30.7 puntos, aún en zona de confort, aunque fue el peor registro desde abril de 2021.
Tres de las diez variables mostraron mejoras mientras que 7 componentes perdieron terreno: las de peor performance fueron las acciones emergentes y las acciones norteamericanas medidas por su volatilidad.
Del lado positivo se ubicaron los precios de las materias primas, un factor que impacta en la Argentina, ya que los precios de la soja se ubicaron por encima de los U$S500 por tonelada.
Según el IAEF, el índice de condiciones financieras locales lleva 39 meses operando en zona de stress financiero; la última vez que el ICF local estuvo en terreno positivo fue en agosto de 2018.