La Justicia en las últimas horas dictó prisión preventiva para los seis detenidos por la venta de droga envenenada en Puerta 8 y a la vez agravó la acusación en su contra, por lo que podrían recibir una condena a prisión perpetua en un futuro juicio.
Por Christian Sanz.
Al respecto, la socióloga y experta en temas de narcotráfico en el país Laura Etcharren brindó mayores detalles en una entrevista con NA.
«Acá no es que se les fue la mano, acá el mensaje es, ´Tenemos ya una parte del mercado sintético, del mercado de opiáceos, en nuestro poder, por ese mercado vamos a trabajar´», comenzó la especialista.
Y añadió un dato de color: «Puerta 8 les aportaba por semana a los policías unos 2 millones de pesos, y eso que era un lugar pequeño. Eso da la magnitud del negocio».
Para Etcharren, lo que sucedió allí «es una constatación de la permanencia del narcotráfico en la provincia de Buenos Aires y también un retroceso en la gestión de Axel Kicillof de ocho años de combate» a bandas narco.
Y agregó: «En ese retroceso, hay que sumar que una cantidad de policías que habían sido exonerados vuelven al ruedo, con una serie de bandas que empezaron a desbaratarse que se reactivaron. A su vez, organizaciones que estaban adormecidas hoy se muestran con un empuje muy fuerte de lo que son las redes 2.0, se trata de los hijos de la droga, los herederos del negocio».
La experta puntualizó que «los ´códigos´ que tenían sus padres y tíos, y los narcos de antes, estos muchachos ya no los tienen, vienen con una carga muy violenta. Su capital cultural es la violencia. No tienen reparo alguno de lo que es la disputa territorial y la disputa por el mercado de la droga. En cada hecho vinculado al tema narcotráfico y narcomenudeo vas a ver mayor violencia y no podés minimizar ninguna de las expresiones que tiene el tópico narco».
Acto seguido, Etcharren puso el foco en una cuestión bien espinosa, la de las fuerzas policiales: «Al tema de la cocaína se suma lo de la corrupción al interior de la Policía Bonaerense, que no tiene conducción política, cuya cúpula reducida en (Daniel) García-(Jorge) Figini está distorsionada. Figini tiene más de jefe y García más de subjefe. El tema es que si ponían a Figini como jefe podía traer alguna complicación. García viene con un bagaje de la fuerza más presentable».
«En el territorio, Berni tiene la eficacia de un chasquibún».
Respecto del tema territorial, la especialista explicó: «San Martín es un partido emblemático, que pone en evidencia la corrupción de la Bonaerense y retrotrae lo que pasó con el caso Candela. Que alguien se asombre por lo que pasa en San Martín es desconocer lo obvio: que los hilos se mueven tras los muros».
Según Etcharren, «en Argentina el narcotráfico ostenta una suerte de fusión nacional-internacional. Vas a encontrar una base local, pero recursos humanos delictivos de diferentes países, de Bolivia, Perú, Paraguay y otros. No solo te garantizan las líneas con los países productores, sino que además lo que se importan son los métodos».
En otro orden, la experta analizó la cuestión política detrás de lo ocurrido en Puerta 8: «La lógica de la cocaína cortada es un mensaje extorsivo, de ´lo que podemos llegar a hacer´. Le marcó la cancha a otras bandas y a un gobierno como el de Kicillof, que con Sergio Berni no tienen la menor idea de lo que están haciendo en la Provincia».
«Berni es bueno en los medios de comunicación, pero en el territorio tiene la eficacia de un chasquibún. Se muestra preparado para un ´desfile´ de la seguridad, pero el resultado de la lucha contra el narcotráfico se ve en el territorio», insistió.
En el mismo sentido, aseveró: «Fuerza Buenos Aires es un lugar común, son luchas reactivas, escenográficas. Berni tiene mucho que ver con las performances que hacía en su momento Patricia Bullrich, pero en Buenos Aires, así como en las provincias que atraviesa la Hidrovía, tenés que trabajar en los lugares donde hay puerto».
Finalmente, Etcharren explicó: «Hoy el 65% de la violencia por narcomenudeo se concentra en la región central del país: Córdoba Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos. Allí se concentra la mayor cantidad de enclaves del país. ¿Qué es un enclave? En un territorio en el cual hay un engranaje lo suficientemente aceitado para que el tráfico de estupefacientes se pueda mover con total impunidad».
Los enclaves son, según la especialista: Rosario, Santa Fe Ciudad de Buenos Aires, Conurbano Bonaerense, Córdoba capital, el Corredor de Punilla, y Colonia Elía en Entre Ríos: «Esos son los que están constatados, después tenes otros en estado embrionario», explicó a esta agencia.