La Secretaría de Comercio Interior estableció hoy precios de referencia para la venta minorista de algunas verduras y frutas, a través de cadenas de supermercados situadas en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
El organismo justificó esta decisión al señalar que «las frutas y hortalizas son productos altamente perecederos y de alta rotación, en los que su disponibilidad se encuentra fuertemente afectada por la estacionalidad propia de la producción y su sensibilidad a fenómenos climáticos y logísticos coyunturales».
«Eso incide directamente sobre las condiciones de comercialización disponibles para los consumidores», afirmó.
Por ese motivo, a través de la Resolución 446/2022 publicada en el Boletín Oficial, se dispuso fijar los precios de una canasta que incluye solo cinco productos: papa negra (a $49 el kilo), tomate redondo ($199), cebolla ($69) lechuga ($160) y manzana royal gala ($180).
Esos alimentos, según Comercio Interior, «conforman una canasta de productos relevantes para el consumo habitual de la población».
Así, ese organismo busca reducir la dispersión de precios que se observa en las grandes cadenas de supermercados de Capital Federal y Gran Buenos Aires.
En una segunda etapa, el Poder Ejecutivo buscará ampliar la medida al resto del país y también a los comercios de cercanía.
«En orden a facilitad una inmediata implementación de la medida, las áreas técnicas entienden conveniente circunscribir inicialmente el ámbito de aplicación de la presente medida al Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA)», indicó la Resolución.
A la vez, explicó que el mercado mayorista «organizado en base al modelo de abastecimiento de centros concentradores ubicados en grandes urbes opera en base a ciclos de precios con variaciones diarias -o semanales si las condiciones son altamente favorables».
En tal sentido, señaló que «se entiende oportuno y conveniente comunicar un marco de referencia de precios para una canasta de frutas y hortalizas que sea comercializada en las cadenas de supermercados, con el propósito reducir la dispersión de valores de cara a los consumidores».