Los diferentes tipos de restricciones que aplica la Argentina para acceder al mercado de cambio continúa siendo el principal problema para agilizar la recuperación de la economía, según la visión de diferentes analistas locales e internacionales.
En las últimas horas se sumó a este listado la calificadora de riesgos Moodys, que en un informe sobre la situación del país apuntó al cepo y a los desequilibrios macroeconómicos como factores limitantes para el desarrollo del país.
El documento indicó que «las limitaciones gubernamentales a las reservas aumentan el riesgo de un ajuste».
El ministro de Economía, Martín Guzmán, defendió el martes la decisión política del gobierno de no desdoblar el mercado de cambio y mantener un dólar oficial manejado por el Banco Central y una administración del acceso a las divisas por parte de empresas y particulares.
Si bien desde distintas áreas de gobierno se asegura que «los dólares para la producción están», la falta de dólares para la financiación de importaciones es una queja recurrente por parte del arco industrial, que incluso volvió debatir el tema ayer durante la reunión de la Junta Directiva de la UIA.
Para Moodys los desequilibrios macroeconómicos que arrastra la Argentina presionarán sobre el crecimiento del país.
La firma espera una expansión del PBI de 2,8% para 2022 y una fuerte desaceleración a un modesto 2,3% para el año próximo.
Frente a esta situación, la calificadora espera una caída general de la rentabilidad de las empresas este año situación que se extenderá a 2023.
En este contexto sostuvo que las empresas argentinas «enfrentan mayores riesgos» para el refinanciamiento de sus deudas que sus pares regionales dado que además de sufrir el cepo están extremadamente limitadas para acceder al mercado de capitales global.
Sobre el acuerdo con el FMI, Moodys reconoció que le permitió a la Argentina acceder a divisas que necesitaba, pero al mismo tiempo consideró que «es probable» que no pueda cumplirlo en los términos pactados.