El ex ministro de Producción y Trabajo de la Nación Dante Sica aseguró que no hay interés de los inversores por la Argentina y remarcó que «la crisis se profundiza cada día más».
En declaraciones a NA, Sica, director de la consultora Abeceb, analizó los últimos anuncios económicos, el Gobierno de Alberto Fernández y el rol de Juntos por el Cambio de cara a la próxima elección presidencial.
El siguiente es el detalle de la entrevista:
.
NA: -¿Qué opinión le merecen los anuncios de los últimos días?.
DS: –Están en línea con los parches que el Gobierno viene poniendo a lo que es la no estrategia en materia de política económica. Es un Gobierno que no pudo votar el presupuesto por lo que necesariamente tenía que hacer un DNU que pudiera darle crédito. La inflación y la aceleración de la inflación se estaba comiendo toda la partida presupuestaria entonces no es una medida, es una necesidad que tenía el Gobierno para seguir funcionando.
El anuncio de las tasas responde y se acelera por esta inercia de los propios problemas que se infringe con el financiamiento de los bonos. El aumento de una incertidumbre que hay en la economía, la hace muy poco atractivo y empezaba a generar desconfianza para la compra de títulos o bonos, sumado a un nivel muy bajo de depósitos de la población. Sin embargo, el efecto va a ser efímero porque la aceleración de la inflación transforma muy rápidamente la tasa en negativa. Por eso no creo que tenga mucho impacto en término de los ahorros en plazo fijo por parte de los particulares aunque le da un respiro a las cajas de las empresas. La principal preocupación de los gerentes de finanzas de todas las empresas, pymes medianas o grandes es que hacen con la cantidad de pesos que tienen en un contexto de alta inflación. Puede mejorar el perfil pero no alcanza para cambiar sustancialmente lo que estamos viendo en el sistema financiero y es que, Argentina hoy tiene no sólo los títulos sino también acciones en niveles muy bajos, históricamente bajos, pero a pesar de eso no hay ningún interés por parte de inversores de querer entrar, es como que todavía están esperando más ruido o daño en valor de los activos para poder entrar.
.
-¿Ni siquiera a los más especulativos?.
–Argentina está, por la incapacidad del Gobierno, administrando una crisis que cada día se profundiza más. Estamos discutiendo 15 meses antes de las elecciones los temas que deberíamos estar ver el año próximo. Después de haber firmado el acuerdo con el FMI, las empresas dejaron de mirar en términos de medidas macroeconómicas a esta administración. Da la sensación que el Gobierno no tiene mucho más para ofrecer y no porque no tenga tiempo sino porque carece de capacidad política para generar un conjunto de políticas económicas que cambie las expectativas de los agentes para bien o para mal.
El acuerdo con el Fondo quitó el escenario más disruptivo que era una situación de default con el FMI. La crisis política desancló esas poquitas expectativas que había generado el acuerdo y hoy la mirada está puesta más en la transición que en las medidas que pueda generar el Gobierno. Cuando uno mira los números, la tasa de crecimiento del gasto, a pesar del aumento de tarifas los subsidios económicos van a crecer respecto del año pasado. Es decir que no hay medidas de fondo. Hay retoques para administrar esta crisis con un agravamiento de la situación en términos generales.
.
-¿Cómo se sigue? ¿Cómo se consigue un cambio de expectativas?.
–Creo que el Gobierno ha perdido la capacidad, por la crisis en la cual está sumido en términos políticos, en la administración de lo público, lo que vivimos en relación con la obra del Gasoducto Néstor Kirchner. No hubo un problema de corrupción, sino un problema de incapacidad de llevar adelante una obra que era necesaria para la Argentina.
El Gobierno nos va a llevar a los panzazos hasta el año que viene. No veo la capacidad, ya no técnica sino política del Gobierno, de poder poner en marcha un conjunto de acciones que generen una estabilidad para poder mejorar la situación de la economía para el año que viene. De alguna manera lo que le están observando los distintos agentes es que vamos a mantener esta situación de administración de los desequilibrios hasta el año que viene.
.
-¿Qué es a los panzazos?.
–Vamos a ir a una segunda parte del año que va a ser mucho más exigente y tensa que lo que ha sido esta primera parte, que producto de un contexto internacional favorable, con los precios más altos en los últimos tres décadas, mejoró la liquidación de exportaciones. Aún así no se ha podido acumular reservas ni frenar el proceso inflacionario ni nada que genere un cambio de expectativas. .
Hacia adelante tenemos que esperar una economía que tiende a trabajar en un régimen de alta inflación. Hoy estamos más cerca de terminar en año en una inflación más cerca al 80% que al 70% y cualquier equivocación, descuido, error no forzado que cometa el Gobierno nos pone en una inflación de 3 dígitos.
Vamos a ir a un contexto en donde la inercia inflacionaria va a generar una mayor presión social. Comenzamos el año con paritarias al 40%, en marzo 45% se revisaron al 60% y por como viene la inflación en la última parte del año vamos a estar revisando todas las paritarias. Esto ha generado un piso inflacionario muy alto para el año que viene.
El Gobierno va a tener que aumentar el ritmo devaluatorio que por ahora lo trae por debajo de la inflación, por lo que va a tener un dilema: devaluar o reservas. Si no quiere devaluar para que no afecte la inflación va a tener que aumentar los controles.
Por lo tanto en una segunda parte del año, con menos liquidación de divisas vamos a una economía más controlada y administrada en el flujo de dólares.
Por otro lado, se genera un deterioro en término de los ingresos. Los salarios vienen corriendo detrás de la inflación y con la suba de tasas vamos a una desaceleración del nivel de actividad.
.
-¿Cómo va a continuar la balanza comercial?, ya se habla de más controles a las importaciones….
–El Gobierno va a tener que actuar sobre todos los factores que hoy son salida de divisas. Va a tener que meter mayor control sobre las importaciones pero también creo que ya empieza a negociar con las empresas las cuentas financieras. El Gobierno va a ir a un complejo mecanismo de controles y administración de esos dólares. No vamos hacia una economía más flexible y aunque el Gobierno diga que no va a poner más cepo todos los días va a poner mayores controles directos o indirectos.
.
-¿Qué opinión te merece la llegada de Daniel Scioli al ministerio de Desarrollo Productivo?.
–Creo que Scioli se va a movilizar mucho, esa ha sido una característica suya, la de marcar una presencia muy fuerte en términos de visita. No creo que pueda cambiar diametralmente esta conducción. Tiene un perfil distinto a Kulfas, que era más técnico. Scioli es un ex vicepresidente, ex gobernador, candidato a presidente, tiene un perfil político muy fuerte. Quizá le de un dinamismo distinto en términos de exposición pero no creo que pueda en términos de gestión cambiar los lineamientos tan restrictivos de hoy, en especial el reclamo de las empresas por los dólares.
.
-El diálogo con Martín Guzmán parece ser fluido….
–No creo que Matías Kulfas haya tenido dificultad de diálogo con Guzmán, el problema es que estamos en una economía con alta inflación, restricciones y con una economía en la que el rebote del ciclo ya pasó y el régimen económico nos lleva a una tasa de expansión muy baja y que en los últimos 15 años ha generado un proceso de estancamiento. La de Argentina es una economía estancada donde el crecimiento del PBI es menor al crecimiento poblacional que se refleja en el creciente empleo informal y los consecuentes niveles de pobreza.
.
-¿Cómo ve a la oposición?.
–El dato importante es que ha logrado, después de tener una buena elección en 2019 pero ser derrotados en términos de continuidad de Gobierno, mantener la unidad, ha tenido una buena performance electoral y ha mantenido y aumentado el caudal de votos que tuvo en 2019. Ahora tiene el desafío de mantener esa unidad y trabajar este año y medio en formalizar las acciones que debe aplicar para gobernar muy fuerte en 2023.
.
-¿Y las internas?.
–Forman parte del proceso político. Estamos ante una coalición que ha logrado mantener su unidad, algunos partidos como el radicalismo se han revitalizado; donde hay candidatos presidenciales competitivos y existen estos 15 meses para dirimir en las PASO quién va a ser el candidato o la fórmula que va a conducir. Por otro lado los equipos técnicos de los distintos candidatos empezamos a trabajar con el objetivo de tener un programa consistente para 2023.
.
-¿Con quién está trabajando?.
–Estoy trabajando dentro de Cambiemos en la candidatura de Patricia Bullrich.
.
-¿Volvería a ocupar un cargo público?.
–Tengo la voluntad, siempre el que ha trabajado en el Gobierno se tiene la voluntad. En mi caso me quedó la sensación de que necesitábamos más tiempo para llevar a cabo las reformas. Voluntad tengo, dependerá de quiénes sean los candidatos a presidente. Lo que hago en esta etapa es aportar toda mi experiencia y tratar de brindar el aporte para ayudar a consolidar equipos que estén en condiciones de enfrentar el desafío de gobernar y llevar a cabo los cambios necesarios.
.
-En una revisión de lo que hizo como ministro, ¿cambiaría algo?.
–No, creo que términos de orientación queríamos consolidar el aparato productivo, tener una economía que se inserte a nivel internacional y mejorar la competitividad de todos los sectores que tiene la Argentina, y que son muy potentes. Tuvimos un buen nivel de diálogo, tal vez nos faltó tiempo, creo que tenemos que profundizar los cambios. La crisis macro que tuvimos a partir del 2018 nos hizo trabajar mucho en atender la coyuntura y aflojar la tensión en los cambios estructurales no solo en la macro sino también en la micro, como es la organización de todo el sistema laboral para garantizar no solo empleabilidad sino derecho a cada uno de los trabajadores.
.
-Cuando habla de modernización ¿se refiere a reforma laboral?.
–Hoy la reforma es un concepto vacío. En los últimos dos años el mundo del trabajo ha cambiado. Estamos muy avanzados en la cuarta revolución industrial, la pandemia ha generado un avance muy fuerte en lo que el teletrabajo, formas híbridas de producción. Nosotros tenemos categorías muy antiguas para delimitar el mundo laboral. Se es trabajador autónomo o dependiente y hay una sinfín de actividades, como los trabajadores de plataforma que hay que darle una categorización. Argentina tiene de 4,5 a 5 millones de trabajadores sin derecho, contra 6 millones de trabajadores formales que en muchos casos tienen salarios de miseria. El ordenamiento laboral que tenemos hoy ha excluido a muchos de tener derechos. No podemos seguir negándole derechos a los trabajadores.
Hay que modernizar el sistema. La Ley de contrato de trabajo en del año ’74, estamos en 2022, sin duda hay que cambiarlo. Tenemos que tener reglas que otorguen un marco laboral más moderno y eficiente en términos de protección laboral.
.
-La CGT ¿lo avalaría?.
–Creo que la CGT está consciente que tienen que adaptar las normas. La mitad de los convenios colectivos se han firmado antes de la década de los 80. Hay puestos de trabajo que no existen. El mundo viró y los marcos laborales también; determinados por la OIT pasaron de la idea de proteger el puesto de trabajo a proteger al trabajador. Una persona que entraba a trabajar en la década del ´70 tenía en su vida dos o tres puestos de trabajo, hoy serán por lo menos 15 puestos de trabajo en su vida laboral. Para eso hay que rediscutir convenios o normas. Hay que darle una protección al trabajador pero también a la empresa para que pueda generar esos puestos de trabajo que hoy se necesitan. .
-El cambio en la Ley de economía del conocimiento fue….
–Mala, afectó la posibilidad de haber potenciado la estructura en términos de servicio que podrían haberse instalado en la Argentina. Hubo un componente ideológico para justificar el cambio que me hizo ruido.
.
-¿Cómo ve el acuerdo Mercosur-Unión Europea hoy?.
–Si el acuerdo estuviera en funcionamiento hoy seríamos proveedores privilegiados en un momento en el que Europa, por el problema de la invasión de Rusia a Ucrania, está buscando proveedores seguros en materia de seguridad alimentaria, seguridad energética, servicios basados en conocimiento y provisión de mineral. Hoy más que nunca es una gran oportunidad del Mercosur para ser proveedores privilegiados de Europa y canalizar las inversiones europeas que se están yendo de Rusia para poder interactuar con empresas de la región. Es la gran ventana de oportunidad que hay para el Mercosur. Creo que hay una conciencia cada vez mayor de que ese acuerdo tiene que firmarse.