La Ley de Alquileres podría convertirse en otra piedra en el zapato para el Frente de Todos, si finalmente la oposición logra ponerse de acuerdo y conseguir una mayoría que le permita volver a dominar el recinto.
Tal como ocurrió días atrás con la ley de boleta única, los bloques de la oposición vuelven a tener una oportunidad de conformar un número que les otorgue una nueva victoria legislativa.
El próximo miércoles, la Cámara de Diputados retomará el debate en torno a la reforma de la Ley de Alquileres, con un encuentro a las 13 en el plenario de las comisiones de Legislación General y Presupuesto y Hacienda.
Semanas atrás, del debate en comisión habían surgido tres dictámenes: uno del Frente de Todos, otro de Juntos por el Cambio y uno del Interbloque Federal presentado por Graciela Camaño.
Por estas horas, se llevan adelante contactos informales entre referentes de Juntos por el Cambio, el interbloque Federal y Juntos Somos Río Negro.
«Hay una negociación abierta para ver si puede haber unanimidad y vamos con un dictamen único», señalaron fuentes de la bancada del PRO a NA.
Si esas tratativas llegan a buen puerto, la oposición abroquelada tiene las de ganar en el recinto.
De hecho, la diferencia entre los proyectos que impulsan Juntos por el Cambio y Camaño no tienen
grandes diferencias, ya que ambos proponen bajar de tres a dos los años de contratos de alquiler y también llevar de un año a seis meses los ajustes.
La iniciativa del Interbloque Federal incluye incentivos fiscales para quienes pongan sus bienes en alquiler, algo que no había sido incluido en el dictamen de JxC.
Por ahí pasan las negociaciones que, si bien no se han consolidado, tienen a los protagonistas expectantes y con intenciones de alcanzar un acuerdo.
Este miércoles podrían firmar un dictamen que surja de la síntesis del proyecto de Juntos por el Cambio y el encabezado por Camaño.
El oficialismo en su dictamen propone mantener los tres años de plazo de los contratos y el ajuste anual conforme una fórmula que combina la evolución salarial (RIPTE) con la inflación (IPC).
También fija que el aumento que determina la fórmula de actualización de los precios (que combina la variación salarial con la inflación medida por el IPC) será el tope máximo permitido, al tiempo que incluye un capítulo referido a incentivos fiscales para locadores.
Por ejemplo modifica el régimen simplificado para pequeños contribuyentes (ley de monotributo) de modo tal que no sea computada como una actividad comprendida en el régimen (y por lo tanto gravable) cuando se ponga en alquiler hasta tres inmuebles con destino habitacional familiar (siempre y cuando esos contratos de locación estén registrados en la AFIP).
También se estipula la posibilidad de exceptuar del pago del impuesto a los Bienes Personales a esos inmuebles destinados a la locación para vivienda familiar, a menos que superen los 30 millones de pesos.