El 26% de las personas mayores de 60 años se encuentra en condiciones de pobreza estructural en el país, al tiempo que la insuficiencia de ingresos es una de las variables que más afecta a ese sector de la población.
Los datos se desprenden del «Barómetro de la Deuda Social con las Personas Mayores» que presentó el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA).
El informe describe la situación de los adultos mayores de 60 años según condiciones sociales, económicas, de vivienda, del estado y atención de salud y del bienestar subjetivo experimentado entre 2017 a 2021.
De ahí surge que la insuficiencia de ingresos es una de las variables que más afecta a las personas mayores: aunque hay una tendencia creciente a seguir formando parte de los mercados laborales, la gran mayoría obtiene sus ingresos del sistema previsional, que en Argentina es prácticamente universal y para todos; sus otras fuentes de ingresos son los ahorros propios y la ayuda de terceros.
Hay acuerdo entre los especialistas que las mediciones de la pobreza por ingresos no son aplicables a las personas mayores por la ausencia de una canasta básica de necesidades para esta población.
Por ello, se aplica el método multidimensional que expresa cuántas carencias básicas se tienen: en personas mayores, el 26% tiene pobreza estructural (con dos o más carencias), de acuerdo con el informe.
Además, se encuentran en una mejor situación relativa las personas de más de 75 años, las personas mayores que han finalizado sus estudios secundarios, quienes viven solos o con otras personas también mayores y quienes viven en la Ciudad de Buenos Aires.
El relevamiento reflejó también que en los hogares con personas mayores, el 40% declara ingresos insuficientes.
En cuanto a la ayuda de terceros -que incluye la estatal y no estatal- el 27% las percibe, mucho menos que en los hogares sin personas mayores.
Por otra parte, el 12% de las personas mayores no accede a una vivienda digna: para la UCA, esto se encuentra totalmente asociado al nivel educativo y al nivel socioeconómico.
Tener el secundario completo es un «seguro» y se encuentran en mejor situación las personas mayores de 75 años y las personas que no conviven con menores de 60.
En cuanto al déficit de acceso a servicios básicos, en personas mayores es del 23%.
En lo relacionado a estado de salud autopercibido, el informe señaló que existe mucha heterogeneidad: una de cada tres personas mayores menciona no tener ningún problema de salud y una de cada cuatro menciona tener su salud comprometida.
Sobre el déficit de consulta médica, es necesaria al menos una consulta médica anual, pero el 19% de las personas mayores no la realizan.