La inflación en Estados Unidos en agosto fue de 8,3% en forma interanual y confirmó la desaceleración que había insinuado los meses anteriores, pero en rangos inferiores a los que habían previstos los analistas.
Los datos fueron informados este martes por la Oficina de Estadísticas Laborales, organismo que se encarga de la evolución de los precios en aquel país.
«Los datos de hoy muestran avances en la reducción de la inflación estadounidense. En general, los precios se han mantenido planos en estos dos últimos meses», destacó el presidente Joe Biden.
Con el 8,3% se confirma la ralentización que se exhibió con el 8,5% que arrojó el índice en julio, luego del pico de 9,1% que se observó en junio.
En la medición mensual, los precios de la canasta de bienes y servicios que se mide en Estados Unidos aumentaron 0,1% en agosto con relación a julio.
De acuerdo a la información oficial, el IPC Suyacente (núcleo) que excluye a categorías como alimentos y combustible mostró un alza de 6,3% en agosto y 6,2% en julio.
A pesar de estos guarismos las tasas de inflación continúan siendo muy altas para la economía de Estados Unidos y por la Reserva Federal continúa con el objetivo de reducirla a un 2% anual. Para llegar a ese valor los analistas creen que se demandará al menos dos años.
El informe presentado hoy será tenido en cuenta por el Comité de la FED cuando realice su reunión de política monetaria el próximo miércoles 21 de septiembre.
Pese a esta desaceleración en Wall Street creen que el ente a cargo de Jerome Powell confirmará un aumento de la tasa de interés en tres cuarto de punto.
«La Fed tiene y acepta la responsabilidad de la estabilidad de precios. Necesitamos actuar ahora», declaró la semana pasada Powell.
La presunción de que Powell ratificará el aumento se basa en que si bien el 8,3% muestra una caída, estuvo por encima del 8,1% que habían pronosticado los analistas.
De todas formas, al observar ciclos largos las proyecciones también hablan de que la inflación se encamina hacia los valores históricos en los Estados Unidos.
Cuando las señales de distensión se apoderan de Wall Street resulta una buena noticia para los países emergentes ya que los inversores comienzan a buscar alternativas ante una potencial caída de los rendimientos en posiciones más seguras.