Brenda Salva, abogada de Gabriel Nicolás Carrizo, cuarto detenido por el intento de atentado a Cristina Kirchner y sindicado como el supuesto líder de la «banda de los copitos» , anticipó que la defensa va a «apelar por la excarcelación y la nulidad de los chats, por cómo lo detuvieron», a la vez que dijo estar «absolutamente convencida de su inocencia».
En diálogo con Ari Paluch y el equipo de «El Exprimidor» por la AM 550, Salva explicó que «Carrizo fue por voluntad propia como testigo, entregó su celular, y ahí lo detuvieron» y agregó que «si no hay material probatorio que realmente acredite que Carrizo haya estado involucrado en los hechos, no hay base para imputarlo».
Carrizo es uno de los cuatro detenidos por el atentado contra Cristina Kirchner y está apuntado como el supuesto jefe del grupo que integraban Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte, cuya identificación era la venta de algodón de azúcar rosa.
Además de ellos, también está detenida Agustina Díaz, amiga de Uliarte.
En los chats, aparece una conversación posterior al ataque a Cristina en donde Carrizo habla con una mujer y menciona, entre otras frases, que «esto estaba planificado para dentro de una semana».
«Hizo todo mal. Es un pelotudo (por Sabag Montiel)», indicaba otro de los mensajes, a la vez que uno de los escritos señaló: «Estamos decididos a matarla a la puta esa».
La abogada de Carrizo dijo al respecto: «Yo califico el accionar de Carrizo como una torpeza absoluta, y solo eso».
«Él me dijo ´estábamos boludeando con los pibes´, y ni siquiera sabía que todas esas conversaciones tenían esa trascendencia», agregó la letrada.
En paralelo, añadió que «Carrizo no porta armas, no sabe usarla y no tiene ninguna», mientras que indicó que «una persona que tiene algo para ocultar, borra todos los mensajes» y que «el vínculo de Carrizo con Sabag Montiel y Brenda Uliarte no era de amistad, era meramente comercial».
En las últimas horas, Carrizo también fue denunciado mediáticamente por Luis D´Elia.
Según el dirigente social oficialista, lo agredió físicamente «en la esquina de Pasco y Rivadavia tres horas antes del atentado».
En tanto, según Salva: «Hay material que comprueba que Carrizo no estaba en la Ciudad de Buenos Aires y menos en Recoleta, el día del atentado».