El 10% del trigo sembrado en las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe se perdió como consecuencia de la falta de lluvias en esa región, advirtió un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario.
Según la entidad, es efectiva la pérdida del 10% de la superficie triguera y restan 400.000 hectáreas, un 34% del total, en muy malas condiciones que podrían seguir el mismo destino.
La significativa escasez de lluvias se refleja, por caso, en que solo un 30% de la región superó los cinco milímetros en los últimos meses.
«Este evento está muy lejos de mostrar un cambio de rumbo en el patrón seco que afecta al centro de la región pampeana. Se espera una circulación muy importante de aire frío y seco que va a afectar severamente a Córdoba y Buenos Aires, y en menor medida en Santa Fe. Hay riesgos de heladas moderadas en un momento clave del trigo. También esta circulación fría aleja la positividad de lluvias en los próximos siete días», reseñó la Bolsa rosarina.
De acuerdo con el informe, de 1,2 millones de hectáreas sembradas co trigo que siguen hacia cosecha, un 34% está en mala condición, 46% regular, 18% bueno y 2% muy bueno.
El año pasado a esta misma fecha se estimaban «pisos» de rinde de entre 35 a 40 quintales por hectárea: hoy en la región núcleo los techos de rinde esperables están en 30 a 35 quintales.
Los agrónomos coinciden en que con cada semana que pasa sin lluvias importantes, los rindes se ajustan hacia abajo y cada vez es más difícil pensar en una recuperación.
La sequía afecta también al maíz: hay sembradas en región núcleo 135.000 hectáreas en la región núcleo, que representa un 9% de la superficie total intencionada y en siete días solamente se avanzó un 4%.
El avance provino principalmente del norte de esa región, donde los milímetros de agua adicional con el que cuentan esos perfiles hicieron posible la labor.
Además, las lluvias que se registraron durante esta semana son muy inferiores a las necesarias para generar una implantación segura.
La fecha límite de siembra es el 15 de octubre, por lo tanto, el ciclo de maíz 2022/23 tendría la menor siembra temprana de los últimos diez años.