El director nacional de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), José Glinski, aseguró hoy que la fuerza tiene «la premisa de agotar todos los esfuerzos para llegar a la verdad», en relación a la investigación por el ataque frustrado a la vicepresidenta Cristina Kirchner.
Glinski se presentó este jueves a la mañana junto a su equipo en los tribunales federales de Comodoro Py para entregar a la jueza María Eugenia Capuchetti y al fiscal Carlos Rívolo el material recuperado del teléfono celular de Fernando Sabag Montiel, principal acusado del intento de magnicidio a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
En declaraciones formuladas a la prense desde los tribunales, el titular de la fuerza que depende del Ministerio de Seguridad de la Nación, indicó: «Estamos contentos porque era algo que había quedado pendiente. Pudimos acceder a parte de la información que estaba en la nube».}.
«Hay que destacar el trabajo de nuestros oficiales del área de pericia criminalística. Si bien recibimos colaboración de agencias de Estados Unidos -el ministro Aníbal Fernández estuvo en contacto- y de Israel, haber podido acceder a esta información tuvo que ver con la inventiva de nuestro personal. Accedimos a tres cuentas de Google, rescatamos toda la información que tenía Sabag Montiel en Telegram, recuperamos parte de su WhatsApp. Hay mucha información multimedia», precisó.
Además, agregó: «Tenemos la premisa de agotar todos nuestros esfuerzos para llegar a la verdad. Nosotros venimos trabajando bajo la conducción de la jueza Capuchetti y del fiscal Rívolo».
Se trata de cincuenta gigas de información recuperados durante la pericia realizada por la PSA, para lo cual se contó con la colaboración de la empresa Cellebrite a los efectos de requerir la herramienta UFED Cloud, un software que permite extraer datos de dominio público y privado, redes sociales, mensajería instantánea, almacenamiento de archivos, páginas web y otro contenido basado en la «nube».
Dicho software permite extraer datos de dominio público y privado, redes sociales, mensajería instantánea, almacenamiento de archivos, páginas web y otro contenido basado en la «nube».
«Es una prueba clave en relación a la posibilidad de que alguien haya instigado» los hechos, explicó Glinski.
La pericia para intentar recuperar los datos que pudieran continuar alojados en la «nube» comenzó el 28 de septiembre último en la Oficina Criminalística de la PSA con presencia de peritos de la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (DATIP) y la querella que representa a la Vicepresidenta.
El procedimiento consistió en la validación de la tarjeta SIM del teléfono secuestrado a Sabag Montiel en un nuevo equipo de comunicaciones de similares características al suyo.
Durante el proceso se restablecieron contraseñas y esto «permitió recuperar la totalidad de los registros obrantes» en esas cuentas, un procedimiento conocido como «take out».
En relación al sistema de mensajería WhatsApp no se encontraron copias de seguridad en las cuentas de Google obtenidas pero sí se descargaron los datos existentes en la «nube» del servidor de la aplicación y serán analizados.
La experiencia e idoneidad del personal técnico-pericial de la PSA, en conjunto con el uso de la herramienta, concluyó en la obtención de aproximadamente 50 gigas de datos de la «nube», los cuales permitirán avanzar con las pesquisas de la causa.
Estos dos componentes (personal/software) contribuyeron a dar con la información que se creía perdida o no recuperable.
En cuanto a la red social Instagram, se detectaron cuentas vinculadas a Sabag Montiel pero están suspendidas por decisión de la empresa «Meta», por lo cual se pidió a la jueza que evalúe solicitar a esa firma levantar tal medida y permitir acceso a esa información.
Personal de la PSA comenzó el miércoles con el análisis de la información obtenida, que se extenderá todo el fin de semana.
En particular, se recuperaron mensajes de Telegram desde diciembre de 2020 y archivos multimedia que se espera provean «información clave» con miras a establecer si hubo «autores intelectuales» en el plan para atentar contra la Vicepresidenta que se concretó sin éxito el 1 de septiembre cuando volvía a su departamento del barrio porteño de Recoleta.
Glinski consideró de «mayor importancia» la recuperación de los mensajes de Telegram, ya que es un sistema de mensajería donde «proliferan grupos caracterizados como grupos de odio».