La fuerte suba del dólar en todas sus versiones que se produjo en los últimos tres días borró la ganancia de aquellos inversores que en busca de mejores rendimientos habían apostado por una colocación a plazo fijo tentados por la calma del tipo de cambio.
En el trazo grueso, esta operación conocida en la jerga financiera como «carry trade» consiste en invertir pesos a plazo fijo y cumplido el período de colocación volver a comprar dólares, confiando en que la cotización de la divisa se mantendrá estable.
De esta forma, la diferencia se convierte en una ganancia neta en moneda dura para el inversor.
La operatoria funcionó bien para aquellos que «vieron venir» la estabilidad del tipo de cambio desde agosto, situación que se repitió en septiembre y octubre.
Quienes decidieron seguir en esa tónica durante noviembre, tras el cierre del miércoles comenzaron a perder dinero.
Este modelo de «bicicleta financiera básica» a la que apelan muchos pequeños ahorristas por su simplicidad, se vio reflejado en el récord de depósitos a plazo fijo existentes en el sistema financiero medido en porcentaje del PBI. .
Este máximo se alcanzó con una tasa de interés de 75%, nominal anual que se transforma en 107,5% efectiva anual y genera que un plazo fijo rinda 6,15% mensual.
Así una colocación a plazo fijo a 30 días de $ 100.000 genera un interés de $6.150. Con el dólar quieto ese rendimiento permitía comprar cerca de US$ 21 como ganancia neta.
¿Qué sucedió en noviembre? El 1° de noviembre el dólar tenía un valor de $290 en el mercado informal, $303 en el contado con liquidación y $292 en el MEP, estas dos últimas son las opciones financieras a las que se pueden acceder con el mismo dinero «en blanco» depositado en una cuenta bancaria.
Al cierre del miércoles 16 el dólar blue se disparó a $308, el contado con liquidación trepó a $324,62 y el MEP llegó a $ 308,98.
En consecuencia, el informal aumentó 6,2%, el CCL 6,9% y el MEP 5,5%. Si se compara con el dólar marginal se borró toda la ganancia y frente al CCL la pérdida de la colocación en pesos es de 0,7 puntos. En el único caso que aún mantiene «la delantera» el plazo fijo es en la comparación con el MEP.
Aún falta la mitad del recorrido de noviembre pero la tendencia habilita los temores de los inversores en pesos.