Un festival religioso encabezado por el sacerdote José María «Pepe» Di Paola, presidente de la Federación Familia Grande Hogar de Cristo, junto a curas villeros se realizó hoy en el distrito bonaerense de La Matanza para promover la visita del papa Francisco a la Argentina. La celebración se llevó adelante en el santuario Virgen de Caacupé de Ciudad Evita, bajo el lema, «Vení Francisco, tu pueblo te espera», y con la participación de personas que asisten a los Hogares de Cristo y que «vienen transitando el camino de la recuperación de sus adicciones», según se informó a la prensa. «El papa Francisco es uno de los nuestros, por eso queremos que venga a la Argentina», enfatizó en este contexto el cura Pablo Viola, vicario para las adicciones de la arquidiócesis de Córdoba. Junto a Di Paola y Viola estuvieron presentes el obispo de San Justo, Eduardo Horacio García, y todo el equipo de sacerdotes de villas y barrios populares del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), junto con curas de Rosario, Córdoba y Mar del Plata, entre otras ciudades del país. El grupo de trabajo religioso que encabeza «Pepe» Di Paola lanzó recientemente una campaña para promover la visita del Sumo Pontífice al país el año que viene, planteando lo siguiente: «Queremos que el Papa venga a la Argentina a encontrarse con sus compatriotas que tanto lo quieren, en un clima de reivindicación del valor de la justicia social que pregonamos los cristianos desde la Doctrina Social de la Iglesia y sabiendo que en los Hogares de Cristo luchamos todos los días por la libertad de quienes sufren adicciones». Viola, vicario para la Pastoral de Adicciones de la arquidiócesis de Córdoba, fue quien tuvo a cargo la predicación: «Nuestro pueblo argentino tiene sueños, esperanzas, anhelos, de paz y fraternidad, unidad, justicia social y es Francisco -uno de los nuestros- quien los interpreta claramente, por eso es nuestro pastor que nos guía e ilumina y por eso también queremos que venga, para hacernos sentir su presencia», sostuvo. «Él es de nuestra casa, nos entiende y así es que lo reconocemos como pastor, más allá de que sea el Papa», agregó, y continuó diciendo: «Todo pueblo tiene un sueño de justicia, paz, unidad y felicidad que realiza de acuerdo a su contexto, su historia, su configuración, el territorio en el que está, a sus rasgos propios. Esto se expresa en la fe, en los santuarios, en Luján, en Caacupé, en tantos lugares, en la vida cotidiana de ese pueblo, en las luchas diarias, en sus distintas expresiones». «Pero claro: todo sueño tiene resistencias cuya única finalidad es sostener y mantener un estado de injusticia, violencia, dispersión y desdicha. Es decir: que el sueño no se realice. Por eso, que venga Francisco no es solamente que venga Francisco sino que es asumir de nuestra parte convertirnos en pastores de ese sueño, llevar en nuestras mochilas el bastón de pastor que Dios ha puesto en cada uno de nosotros y trabajar por ese sueño de acuerdo al don que Dios nos regaló», completó. Al finalizar la misa estaba previsto que se realizara un festival musical compartido con un almuerzo comunitario.