La vicepresidenta Cristina Kirchner despidió el año con una cena junto a los senadores del bloque del Frente de Todos en el restaurante del Museo Evita, distante de las acusaciones de Juntos por el Cambio contra el oficialismo de haber aprobado la ley de Bienes Personales en una sesión cuestionada por incumplimiento del reglamento por haber iniciado el debate luego de 30 minutos sin quórum.
La presidenta del Senado, luego del enojo y las amenazas de la bancada opositora de ir a la Justicia para probar la supuesta invalidez de la sesión, compartió un encuentro con los integrantes del bloque encabezado por el senador José Mayans el cual se conoció a través de una foto tomada al ingreso del edificio histórico.
Lejos de la preocupación de los planteos realizados por el titular del bloque de la oposición, el mendocino Alfredo Cornejo, la vicepresidenta posó junto a los legisladores en el hall principal, salón donde están emplazadas las imágenes de Juan Domingo Perón y Evita, en otro gesto de unidad en la alianza gobernante, en su acercamiento a las figuras míticas del peronismo.
Cristina y los senadores posaron sonrientes, mientras que Cornejo, horas antes, no bajó al recinto a dar quórum y objetó a la presidenta del Senado, por haber iniciado la sesión casi 10 minutos después del límite que dispone el reglamento para reunir a los 37 senadores necesarios.
La ex llamada «Casa Carabassa», sede del Instituto y Museo – situada en Lafinur 2988, en CABA- alberga en sus fachadas y en su interior el recuerdo de la obra realizada por Evita, el edificio construido en 1923 por el arquitecto Estanislao Pirovano, como vivienda unifamiliar fue declarado monumento histórico nacional.