Alcanzar la paz es la mejor manera de proteger a las mujeres, las cuales están entre los grupos vulnerables que se llevan la peor parte en los conflictos armados, declaró un enviado chino en la ONU.
Dai Bing, representante permanente adjunto de China ante las Naciones Unidas, formuló estas declaraciones durante un debate abierto del Consejo de Seguridad de la ONU sobre las mujeres, paz y seguridad.
«La respuesta ante las crisis y la asistencia humanitaria no son el fin de los esfuerzos. La comunidad internacional debe adherirse a las directrices fundamentales de la solución político, trabajar para erradicar las raíces de los conflictos e impulsar acciones para promover la paz», dijo.
Haciendo referencia al sufrimiento de mujeres y niños en el conflicto de Ucrania, Dai señaló que China anima a la Unión Europea (UE) a desempeñar el papel que le corresponde, creando las condiciones para una negociación entre todas las partes y la restauración de la paz.
«Respaldamos a la ONU en su acción coordinada con la UE y otros países de la región para salvaguardar la vida y las propiedades de los ciudadanos ucranianos, incluidos mujeres y niños, satisfacer sus necesidades humanitarias esenciales y acabar eficazmente con las redes dedicadas al tráfico de personas, la explotación sexual y los abusos contra mujeres y niños refugiados», añadió.
Dai destacó que el avance de la causa de las mujeres es imposible desligarlo de un entorno de estabilidad política.
Desde 2021, muchos países, desde Asia hasta África, han experimentado cambios considerables en su situación política, algunos como consecuencia de la reacción en cadena derivada de una retirada apresurada de tropas extranjeras, mientras que otros han sido el resultado de conflictos provocados por modelos extranjeros de gobernanza inapropiados.
«La comunidad internacional, mientras se preocupa por la erosión de los derechos e intereses de las mujeres, además del retroceso en cuestiones como la igualdad de género, debe entender con claridad que apoyar a estos países en la búsqueda de una senda para el desarrollo adecuada a sus condiciones nacionales es la única forma que tienen de garantizar su estabilidad política», afirmó Dai.
El representante continuó: «Es imperativo respetar la soberanía y la propiedad de todos los países, en oposición a las injerencias externas e imposición de soluciones desde fuera».
Dai añadió que es necesario incentivar soluciones en el ámbito de las regiones, basadas en sus realidades, apoyando a las organizaciones regionales para que desarrollen plenamente su papel.
Haciendo énfasis sobre los desafíos crecientes que enfrentan las mujeres, Dai también subrayó la importancia del desarrollo.
«Las Naciones Unidas y las organizaciones regionales deberían dar prioridad al desarrollo, hacer más esfuerzos para combatir la pobreza, el subdesarrollo y otros problemas de las mujeres, ayudarlas a erradicar la pobreza y el hambre, alcanzar la autonomía económica y crear condiciones favorables para su participación efectiva en los procesos de paz», zanjó.
El papa Francisco planteó idéntico problema en su charla con directores de revistas jesuitas recientemente difundida.