La Subsecretaría de Derechos Humanos bonaerense le pidió a la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia que ratifique el procesamiento del ex militar Gustavo Malacalza por torturas a soldados durante la guerra de Malvinas.
La Subsecretaría, querellante en la causa, insistió en que se trata de «crímenes que deben ser considerados de lesa humanidad en tanto constituyen graves violaciones a los derechos humanos y como tales son imprescriptibles».
La postura coincidió con la que sostiene históricamente el Centro de Ex Combatientes de Malvinas (CECIM), impulsor de las sanciones penales a los mandos militares acusados por los tormentos que sufrieron los soldados.
El subteniente Malacalza, integrante del Regimiento 12, fue procesado bajo cargos de haber estaqueado a tres conscriptos por haber abandonado sus puestos para ir en busca de comida.
Los combatientes fueron sorprendidos por Malacalza cuando estaban carneando a una oveja que habían robado para comer.
«Empezaron a patearnos y pisotearnos, finalmente llegó el estaqueo», narraron los conscriptos.
Las querellas «pusieron de relieve la responsabilidad internacional que acarrearía al Estado nacional que el Poder Judicial, siendo uno de sus tres poderes, no los investigue por revestir tal carácter».
Un documento de la Subsecretaría advirtió que las defensas particulares de los acusados buscan instalar la idea de que las torturas que padecieron los combatientes «no existieron y que, además, los hechos se encuentran prescriptos» por el paso del tiempo.
«Los hechos no están en discusión, existe una cuantía importante de actas, documentos y un informe emanado por la propia Fuerza Armadas, donde se ratifican los dichos de los soldados», sostuvo la repartición bonaerense.