En medio de la crisis económica que sigue pegando fuerte en la gestión del Gobierno, el pedido de condena de 12 años de prisión para la vicepresidenta, Cristina Kirchner, en la denominada Causa Vialidad parece haber logrado que el Frente de Todos deje de lado las internas políticas y esté «más unido que nunca» para respaldar a la ex mandataria.
«El Frente de Todos está más unido que nunca. Cuando atacan a uno, atacan a todos. Así es el peronismo, estamos acostumbrados a la persecución judicial», resaltaron a Noticias Argentinas desde el entorno del presidente Alberto Fernández.
En una semana en la que Cristina Kirchner volvió a ser el centro de la escena judicial, luego de que los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola pidieron su inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, el jefe de Estado decidió bajarse en las últimas 48 horas de algunas actividades oficiales que tenía en agenda para «seguir de cerca» la situación de su compañera de fórmula.
«El Presidente está bien, quiere seguir de cerca la situación de la vicepresidenta y seguir apoyándola como lo hizo hasta ahora», describieron a NA fuentes de la Casa Rosada, que consideraron que la causa contra la ex mandataria «se va a terminar cayendo porque no hay pruebas en su contra».
Si bien afirmaron que «no se piensa en convocar ninguna marcha» desde el oficialismo para respaldar a la vicepresidenta, aclaran que puede ser motivado por la propia ciudadanía y afirman que «la situación judicial de Cristina volvió a despertar el interés de los más jóvenes» en su figura como dirigente política.
A pesar de que las elecciones de 2023 aún siguen pareciendo muy lejanas, en el Frente de Todos reconocen que actualmente «Cristina tiene un 20% de intención de voto, que producto de la persecución judicial puede acercarse al 30% de núcleo duro histórico», pero aún sería «insuficiente» para imponerse en los comicios presidenciales.
«Con este porcentaje no se ganaba en 2023, por eso surgió el Frente de Todos», recordaron las fuentes consultadas, que tampoco descartaron la posibilidad de que Alberto Fernández pudiera decidirse a ir en búsqueda de un segundo mandato, a pesar de que «el caudal de votos duros es de Cristina».
Lo cierto es que en las últimas horas la relación entre el Presidente y su vice atraviesa un buen momento, dado que los conflictos externos apaciguaron las aguas internas y la coalición oficialista comienza a cerrar filas para «bancar a Cristina en un proceso que será largo y con final incierto».