El líder de la supuesta «secta de Villa Crespo» también conocida como Escuela de Yoga de Buenos Aires, Juan Percowicz, denunció a los fiscales que intervienen en la investigación, Carlos Stornelli y Alejandra Mángano, por presunta «pérdida de objetividad».
Mediante un escrito presentado por sus abogados, Jorge Pirozzo y Alejandro Buigo, el octogenario Percowicz –quien está con prisión domiciliaria- manifestó su «absoluta preocupación la pérdida de objetividad que se vislumbra en la actuación del Ministerio Público Fiscal».
«La persecución que ejerce ha perdido absolutamente la objetividad, está totalmente obnubilada y sesgada en una dirección, sin importarle la aplicación justa de la ley, ni el resguardo equilibrado de todos los valores y principios jurídicos vigentes y el ejercicio racional y ponderado del poder penal del Estado, como le exige la propia que regula su actividad en el proceso», indicó el escrito.
Percowicz señaló que los fiscales le advirtieron al juez Ariel Lijo que «fue violentada la faja de clausura del domicilio sito en Bulnes 1455 departamento 13 B de esta ciudad» y le reclamaron «las medidas que estime corresponder para garantizar la efectiva clausura del domicilio en cuestión».
El departamento de Bulnes era una de las sedes en las que funcionaba la Escuela de Yoga.
Como contrapartida, Percowicz señaló que los fiscales desatendieron denuncias sobre otros delitos que fueron denunciados por los propios acusados, varios de ellos actualmente en prisión.
«Lo que sí nos ocupa, y preocupa, es que todas o casi todas las testigos hicieron referencia a que el 12 de agosto, en el marco de los allanamientos, fueron maniatadas (privación de libertad), apuntadas con armas en su cuerpo, las puertas de sus domicilios fueron destruidas a pesar de informar que podían abrir con la llave si se lo pedían (daño), que les fueron sustraídos elementos de valor -dinero, cadenitas de oro, anillos- (hurto)», subrayó la denuncia.
«No hemos visto ningún tipo de preocupación por parte de los Fiscales en requerir que se investiguen en esos delitos realmente graves», insistió.
Percowicz cuestionó, además, que la fiscal Mángano (titular de la procuraduría contra la trata PROTEX) dijo en una entrevista periodística que «no hay un solo indicio de que allí se dieran clases de yoga».
Tras enumerar una por una las formas de esa práctica que no necesariamente incluyen actividad física, el líder de la supuesta secta objetó a Mángano por «no ponerse siquiera a investigar mínimamente de que se trata el Yoga».
«¿Se puede sostener tan livianamente, que no se practicaba Yoga confundiendo de ese modo una funcionaria judicial a la opinión pública? La respuesta es NO», subrayó el escrito.
«La respuesta correcta en realidad es: allí no se practicaba un Yoga físico, postural. Se practicaba el yoga como filosofía de vida», refutó.
El escrito advierte que «de no cesar esta situación será denunciada como por derecho corresponde, no solo a nivel local sino ante los Organismos Internacionales de Derechos Humanos».