El FMI descartó hoy que pueda otorgarle a la Argentina un plazo superior a los diez años para el repago de la deuda por u$s 45 mil millones que mantiene con el organismo, y volvió a reclamar al Gobierno «un conjunto de políticas para dar estabilidad y lograr un crecimiento económico sostenido».
«Lo que han indicado las autoridades argentinas es que preferirían un Acuerdo de Facilidades Extendidas en respaldo de sus planes y los desembolsos que hagan bajo ese plan se repagan en un período de 4 años y medio a diez años. Estas condiciones se aplican en forma uniforme para todos los países, no solo para la Argentina», sostuvo el vocero del organismo, Gerry Rice.
En un acto por el Día de la Memoria, la vicepresidenta Cristina Kirchner aseguró que «no podemos pagar la deuda porque no tenemos la plata» y llamó a la oposición a lograr un acuerdo para negociar con el FMI.
La intención del sector que lidera la ex presidenta es lograr un acuerdo de repago a 20 años: «no podríamos pedir con dulzura y cariño que nos hagan algún gestito», dijo Cristina Kirchner, en referencia a un eventual acuerdo con el Fondo Monetario.
El directivo destacó que el ministro de Economía, Martín Guzmán, «estuvo aquí esta semana, visitó al FMI con su equipo y hay conversaciones técnicas en curso».
Además, resaltó que «compartimos objetivos con las autoridades argentinas en cuanto a los retos que enfrenta el país. Necesitamos un conjunto de políticas para dar estabilidad y lograr un crecimiento económico sostenido, dirigido por el sector privado».
Con relación al uso de Derechos Especiales de Giro (DEG) para efectuar el repago de la deuda argentina con el Fondo, explicó: «nos encontramos en una etapa muy inicial. Tuvimos esta semana la primera conversación con el directorio, pero no puedo especular sobre lo que un país u otro pueda hacer sobre este tema; si la asignación se aprueba, se hace en conformidad con la cuota del FMI».
De aprobarse, para la Argentina representaría unos 4.300 millones de dólares.
«Una nueva asignación de los DEG serviría para todos los países miembros. Si se aprueba, una nueva asignación le daría más liquidez sin aumentar la deuda, permitiendo apoyar a los países para su recuperación y la vacunación. La última vez fue en 2009 y ayudó a que la economía se recuperara, propició la confianza y el crecimiento», enfatizó Rice, en una conferencia de prensa que brindó desde Washington.
A la vez, sostuvo que «las economías avanzadas y las emergentes más fuertes podrán ayudar a los países más complicados con los DEGs a voluntad. Así ya se hizo durante la crisis con los recursos actuales. De este modo, se movilizaron 15 mil millones en DEGs para países más pobres».
Por otra parte, el vocero del organismo crediticio destacó que «estamos viendo una mejora en la economía mundial, pero hay demasiadas personas a la saga. Hay una divergencia en la recuperación global».