Uno de los directores del Banco Nación, Claudio Lozano, sugirió crear una moneda que no se pueda convertir a dólares y que apunte a recuperar «la capacidad de consumo de la población».
«Por qué no ensayamos la discusión de una moneda no convertible a moneda dura, a divisas, para financiar la política social y la recuperación de la capacidad de consumo de la población», sostuvo el economista.
Y consideró: «Si uno combina esto con mejores regulaciones cambiarias y una discusión distinta del sistema de precios, podemos tener una discusión diferente de la recuperación económica».
En declaraciones a un canal de noticias, Lozano propuso «discutir el tema de las regulaciones cambiarias más en serio» y dijo: «No puede ser solamente una alquimia financiera de compra- venta de bonos, donde yo además gasto reservas. Habría que pensar también en estrategias nuevas».
Además, aseguró que «el impacto en el tipo de cambio no lo generan aquellos que perciben el Ingreso Familiar de Emergencia».
«En todo caso, la expansión de consumo que eso puede generar puede implicar una absorción de grupos concentrados que especulen con el tipo de cambio», explicó.
Lozano estimó que la economía no pudo recuperarse aún «por el fracaso del Gobierno a la hora de frenar a los formadores de precios».
«Eso no permitió aminorar el impacto que produjo la pandemia en términos de la escalada de pobreza. Se recompuso la actividad económica con respecto al pozo, pero con niveles de actividad incluso superiores a la prepandemia, la pobreza sigue más o menos en el mismo nivel», enfatizó.
A su criterio: «Hay que modificar el control del sistema de precios. Hay que pensar en un control social, no solo del Estado. Hay que sentar a todos los actores e hilvanar ahí cómo cortar los abusos de posición dominante. Ese es un debate central».
Por otra parte, Lozano dijo que si bien el oficialismo «tiene una riqueza muy importante en términos de actores sociales», fue «un acuerdo electoral que, una vez que se cerró el acuerdo, no funcionó más».
«No hay permeabilidad a percibir que aquello que te votó, te está diciendo qué está pasando. La tarea es democratizar la gestión y abrirle la puerta a esa alianza social, distinta al bloque de poder, que quiere hacer otra cosa», resaltó.
El economista consideró que «hay tiempo para demostrar que se quiere caminar en otra dirección. No importa si se pierde en noviembre. Lo importante es 2023».
Además, evaluó: «hay una combinación de decepción, desilusión, apatía, bronca; un cóctel donde se mezclan estas sensaciones. Es algo que en algunas recorridas lo registramos.
Para que podamos recuperar espacio, se necesita una señal de que se escuchó esto, y por lo tanto que haya un cambio sustantivo en el rumbo de la gestión».