El presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA) Nicolás Pino, aseguró hoy que con el cepo a las exportaciones de carne, el Gobierno «se ha metido en un problema infernal, porque no sabe cómo salir».
No obstante, elogió la predisposición «al diálogo y al trabajo» del flamante ministro de Agricultura, Julián Domínguez.
El dirigente dijo: «Vemos un escenario en el que estamos complicados. Vemos con preocupación lo que está ocurriendo con el dólar y como va moviéndose. Vemos que la inflación, si bien ha bajado algún puntito, sigue estando en unos niveles altísimos».
Pino insistió acerca de la suspensión de las exportaciones de carne: «Es un tema que no se puede entender, a esta altura, cómo seguimos con esta decisión que tomó el Gobierno, que es pésima para el país».
«No se puede creer que sigamos hablando de estas cosas.
Tendrían que abrir la exportación de carne. Ya estamos hablando con el nuevo ministro de Agricultura que se mostró muy abierto al diálogo y al trabajo», enfatizó el directivo, en declaraciones radiales.
Domínguez tiene previsto recibir mañana a la Mesa de Enlace de entidades agropecuarias y, tras esa reunión, se espera que se anuncie una flexibilización de las exportaciones.
Además, indicó que, si bien el Gobierno «afirma que no puede destrabar de manera inmediata el problema de la exportación, puede ir destrabando ciertos puntos que van a aliviar la situación. Con este tema se ha metido en un problema infernal, porque no sabe cómo salir».
En ese sentido, señaló: «Más allá de las cantidades de toneladas o de porcentajes que se habilitarían, nosotros decimos que hay líneas que se pueden y se deben destrabar ya, como es el caso de la exportación de la vaca de industria».
«Pero también es muy importante que el Gobierno libere la carne que está stockeada. Los frigoríficos están llenos de carne y sus heladeras esperando los permisos para exportar. En la medida en que eso no suceda, no pueden seguir faenando, porque se acumula la carne y no queda espacio», dijo.
Pino también se quejó la la presión impositiva que pesa sobre la actividad agropecuaria: «Hay lugares que están cobrando el 8% de Ingresos Brutos. Hay que bajar los impuestos al campo, que es una presión tremenda. Y no estamos hablando del principal impuesto -que es injusto y perverso- que tiene el sector, que son las retenciones».
«Es por eso que observamos que el ánimo del productor de soja va cayendo de cara a la próxima campaña, por el efecto de la elevada carga impositiva, que llega al 33% en materia de retenciones», advirtió.
Un reciente informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) puntualizó que este mes la participación del Estado (tanto Nacional como provinciales) en la renta agrícola fue del 63,4% para el promedio ponderado de los cultivos de soja, maíz, trigo y girasol, con un aumento del 1,6% en comparación con junio pasado.