Los despachos de cemento alcanzaron en abril a 956.373 toneladas y registraron un aumento interanual del 134,6%, debido principalmente a la baja base de comparación del mismo mes del año pasado, el primero de aplicación plena de las restricciones en el inicio de la pandemia de coronavirus en el país.
De esta forma, ya son ocho los meses consecutivos de incremento interanual de los despachos, de acuerdo con los informes de la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland (AFCP).
El buen desempeño del sector del cemento puede tomarse como una forma de anticipo de los datos de la actividad general del sector de la construcción que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) dará a conocer el próximo 8 de junio.
Al respecto, el organismo oficial dará a conocer esta misma tarde los datos de la actividad de la construcción de marzo. En ese sentido, el aumento interanual de los despachos de cemento se viene dando desde septiembre del año pasado, anticipándose al Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción que registra subas a partir de noviembre.
Tanto la producción de cemento en particular como la actividad de la construcción en general estuvieron entre los sectores considerados no esenciales en el comienzo del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO), por lo que los registros de marzo y en especial abril de 2020 fueron mucho más bajos que los habituales.
Por tal razón, no sorprendió en el sector de la construcción y de la producción de cemento el importante crecimiento porcentual de abril, si se tiene en cuenta que el propio ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, consideró que ese mes de 2020 fue «el peor de la historia» para la industria argentina.
En el acumulado del primer cuatrimestre, los despachos ascendieron a 3.664.109 toneladas, con una suba del 54,7% en relación con el mismo período del año anterior.
Los despachos de cemento muestran habitualmente variaciones similares a las de la actividad de la construcción en general, por tratarse de uno de los principales insumos, tanto para la obra pública como para los emprendimientos de carácter privado.
En ese sentido, acusaron una tendencia declinante a partir del segundo trimestre de 2018, cuando el inicio del proceso de devaluación del peso afectó al sector de la construcción desde varios frentes: la caída del poder adquisitivo de la población, el freno de la obra pública, el encarecimiento de los insumos importados y las restricciones al financiamiento.
Además de mostrar una mejora respecto del mismo mes de 2020, la AFCP informó una caída del 2,8% en relación con marzo. Los despachos del mes se compusieron de 948.830 toneladas destinadas al mercado interno y 7.543 toneladas para la exportación. Como no hubo importación de cemento (al igual que en los últimos 28 meses) el consumo interno volvió a ser igual al despacho local.
Las proyecciones provisorias de la AFCP para todo 2021 marcan un total de despachos de 11.260.000 toneladas, que representarían un crecimiento del 14%, el primero luego de tres años consecutivos de retracción, aunque sujeto a la evolución de la situación sanitaria, en medio de la «segunda ola» del COVID- 19.
De esta manera, los despachos de cemento pasarían a ser levemente superiores a los de 2019.