El Gobierno dispuso hoy que cada productor yerbatero podrá incorporar solo cinco hectáreas por año de nuevos cultivos, a partir del primero de enero de 2022.
La decisión se formalizó por medio de la Resolución 170/2021 del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), publicada este martes en el Boletín Oficial.
Según lo dispuesto, cada productor inscripto en el Registro de Operadores del Sector Yerbatero podrá plantar por año hasta cinco hectáreas de nuevas plantaciones de yerba mate (cuyo nombre técnico es «Ilex Paraguariensis Saint Hilaire»).
Además, está autorizado a implantar anualmente hasta el 2% de la superficie de yerba mate declarada ante el INYM, mientras que se podrá reponer las plantas secas/muertas dentro de un lote ya declarado ante el INYM sin alterar la densidad original de la plantación.
Las plantaciones nuevas y los replantes podrán ser realizados por el productor inscripto como tal en el INYM, no pudiendo ceder o transferir la autorización de plantación otorgada por ese organismo bajo ninguna causa o modalidad, de acuerdo con el texto oficial.
El organismo advirtió que aquellos operadores inscriptos en la categoría Productores que efectuaren plantaciones de yerba mate sin autorización, serán sancionados con una multa equivalente a 5 mil kilogramos de yerba mate canchada.
La misma sanción le corresponderá al operador que realice la plantación en un lugar distinto al punto GPS informado ante las autoridades nacionales.
El INYM justificó esta medida al señalar que «histórica y recurrentemente las asociaciones y entidades que nuclean a los productores, han solicitado con razones fundadas, la determinación de medidas tendientes asegurar su sustentabilidad mediante un control de las nuevas plantaciones».
«La trascendencia del tema abordado, los antecedentes obrantes, y el convencimiento de este Directorio sobre los beneficios de un adecuado manejo de la producción de yerba mate, marcan la necesidad de implementar las medidas que resultan impostergables a fin de asegurar que el sector productivo sea sostenible y permanente en el tiempo», enfatizó el organismo.
Y destacó que se encuentra «decidido a tomar acciones para defender el interés de los pequeños productores coordinando estratégicamente el cultivo de la yerba mate en defensa de su sustentabilidad presente y futura, asegurando una distribución equitativa de la producción, y al mismo tiempo protegiendo su actividad para que la misma sea redituable en el tiempo».
Para el Instituto, el Plan Estratégico 2013-2028 para la Yerba Mate Argentina «busca hacer realidad una actividad yerbatera con la mayor cantidad de actores, competitiva, socialmente responsable, equitativa y ambientalmente sustentable, que ofrezca al mundo productos naturales, genuinos y de calidad, por lo que se propone una medida encaminada hacia ese objetivo».