Los despachos de cemento alcanzaron en julio 1.053.344 toneladas y registraron un aumento interanual del 21,4%, en tanto en el registro acumulado de los primeros siete meses del año ya muestran un nivel levemente superior al del mismo período de 2019, el último que no fue afectado por las restricciones a la actividad por la pandemia de coronavirus.
Los datos suministrados por la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland (AFCP) muestran también una mejora del 8,5% respecto de los despachos de junio y una seguidilla de once meses de crecimiento, luego de la caída en el primer tramo del Aislamientos Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO).
El informe de la entidad se dio horas antes de que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) difunda la actividad de la industria de la construcción correspondiente a junio, en tanto la de julio será dada a conocer el 7 de septiembre próximo.
Asimismo, el informe de la AFCP se complementa con el dado por las empresas del sector que elaboran mensualmente el Índice Construya, que mostró en julio una suba del 7,40% interanual en la comercialización de materiales.
Por tratarse de uno de los principales insumos del sector, el incremento de los despachos de cemento puede tomarse como anticipo de los datos de la actividad general del sector de la construcción, que se difundirán dentro de un mes.
El aumento interanual de los despachos de cemento se viene dando desde septiembre del año pasado, anticipándose al Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción que registra subas a partir de noviembre.
No obstante, las dos bajas mensuales consecutivas que hubo en abril y mayo dan la pauta de cómo afectó a la actividad de la construcción el regreso a las restricciones a la actividad económica y la movilidad social.
En el acumulado de los primeros siete meses, los despachos ascendieron a 6.571.504, con una suba del 40% en relación con el mismo período del año anterior.
Los despachos de cemento muestran habitualmente variaciones similares a las de la actividad de la construcción en general, por tratarse de uno de los principales insumos, tanto para la obra pública como para los emprendimientos de carácter privado.
En ese sentido, acusaron una tendencia declinante a partir del segundo trimestre de 2018, cuando el inicio del proceso de devaluación del peso afectó al sector de la construcción desde varios frentes: la caída del poder adquisitivo de la población, el freno de la obra pública, el encarecimiento de los insumos importados y las restricciones al financiamiento.
Los despachos de julio se compusieron de 1.043.388 toneladas destinadas al mercado interno y 9.956 toneladas para la exportación.
Como no hubo importación de cemento (al igual que en los últimos 31 meses) el consumo interno volvió a ser igual al despacho local.
Las proyecciones provisorias de la AFCP para todo 2021 marcan un total de despachos de 11.750.000 toneladas, que representarían un crecimiento del 19%, el primero luego de tres años consecutivos de retracción, aunque sujeto a la evolución de la situación sanitaria, en medio de la «segunda ola» del Covid-19.