La migraña es una dolencia que afecta al 14,7% de la población, es decir, a una de cada siete personas y las manifestaciones de esta enfermedad se caracterizan por dolores de cabeza más intensos, que vienen acompañados de otros síntomas como náuseas, sensibilidad a la luz, sonidos u olores y dificultad para concentrarse.
El próximo domingo 12 de septiembre se conmemora el «Día Internacional de Acción contra la Migraña» y el doctor Alejandro Andersson, médico neurólogo, señaló que «a veces se corre el riesgo de minimizar esta enfermedad poniéndola a la altura de los dolores de cabeza comunes, lo que puede hacer sentir muy incomprendidos a los pacientes que la sufren», .
Asimismo Anderson, quien es el Director del Instituto de Neurología Buenos Aires (I.N.B.A.), añadió: «Es una enfermedad en la que, muchos días al mes, la persona puede verse inhabilitada de trabajar, hacer ejercicio, jugar con sus hijos o verse con amigos, incluso no querer salir a la calle y solo pensar en recostarse en la habitación. En ese contexto, la llegada de nuevas medicaciones es siempre una buena noticia».
«Históricamente, siempre se trataba en forma aguda cada episodio de migraña intentando reducir sus síntomas e intensidad, pero -en los últimos años- a partir de haber alcanzado un entendimiento más profundo sobre los mecanismos que desencadenan la enfermedad, se abrió todo un nuevo horizonte terapéutico, que tiene que ver con tratar preventivamente la migraña, sin esperar a que se desencadene el episodio», indicó.
En una conferencia de prensa de la que participó NA, Andersson agregó: «Un abordaje no excluye al otro, pueden convivir el tratamiento preventivo, que reduce la cantidad de episodios al mes, con el agudo, que mejora cómo el paciente atraviesa cada episodio».
La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) aprobó una nueva medicación que ya está disponible en la Argentina para el tratamiento preventivo de la migraña y se trata de Fremanezumab, un medicamento innovador que se utiliza en adultos y que, a diferencia de otras opciones, puede administrarse en forma mensual o trimestral.
Este medicamento se puede administrar con diferentes dosificaciones en forma mensual o trimestral y se trata de un anticuerpo monoclonal que demostró en diversos estudios clínicos reducir significativamente la cantidad de días de migraña en personas con la variante de moderada a severa de la enfermedad.
En las personas con migraña episódica (menos de 15 episodios por mes), el 47,7% logró reducir a la mitad la cantidad de días de migraña al mes -entre los pacientes tratados con la dosis mensual- y un 44,4% entre los que recibieron la dosis trimestral.
Por otro lado, 4 de cada 10 pacientes con migraña crónica (que sufren más de 15 episodios al mes) redujeron un 50% la cantidad de días de migraña al mes con la dosis mensual y un 37,6%, el grupo que recibió la dosis trimestral.
Al respecto, Andersson reconoció: «Es sumamente alentador estar ante la posibilidad de reducir tanto los días de migraña en un grupo significativo de pacientes. Esto significa devolverles libertad, permitirles retomar su cotidianeidad y todo lo que venían postergando».
«Además, es muy cómodo para los pacientes que se lo puedan administrar ellos mismos o en un centro de salud y hacerlo – eventualmente- en forma trimestral. Esto simplifica el tratamiento, lo que puede contribuir a su cumplimiento, que siempre es un desafío en las enfermedades crónicas», agregó el neurólogo.
Para describir mejor lo que esta enfermedad puede representar, meses atrás se presentaron los resultados de la encuesta internacional «Más allá de la migraña, el verdadero usted», que relevó la experiencia de 12.545 personas con migraña (73% mujeres, 27%, hombres) de 16 países, entre ellos, 500 argentinos.
Entre los participantes de nuestro país, casi 9 de cada 10 (88%) indicaron que la enfermedad les afecta negativamente su calidad de vida y que la sociedad no toma en serio a esta enfermedad; la mitad (51% y 52%, respectivamente) indicó que alteró su desarrollo laboral y sus planes de salir de su casa, 1 de cada 3 (36%) aseguró que impactó en su vida sexual.
Además 4 de cada 10 (39%) marcaron que la enfermedad perjudicó sus relaciones familiares y el 42% de los que tenían hijos indicaron que consideraban que su migraña afectaba la felicidad general de su hijo.
También expresaron que, al limitar su potencial, la migraña los hacía sentir frustrados (61%), exhaustos (54%), enojados (49%), con poco valor (39%), deprimidos (38%) y tristes (37%), entre otras emociones.
Esta enfermedad suele manifestarse en la pubertad y el pico de prevalencia es entre los 25 y 55 años de edad y es más frecuente en mujeres en una relación de 3 de ellas por cada varón.
En tanto, existen desencadenantes que favorecen la aparición de episodios, como situaciones de estrés y ansiedad, ciertos olores o perfumes, ruidos intensos y luces brillantes, alcohol y tabaco, cambios hormonales durante el ciclo menstrual, uso de pastillas anticonceptivas, ejercicios intensos, cambios en los patrones del sueño, ayuno prolongado y algunos alimentos como chocolate o quesos duros.
El profesional de la salud, en diálogo con el paciente, determinará el tratamiento más conveniente para cada caso, considerando fundamentalmente cómo se manifiesta la enfermedad en esa persona, la frecuencia, duración, severidad de los episodios y su impacto de estos en la vida del paciente.