El interbloque de senadores de Juntos por el Cambio cuestionó la proporcionalidad de miembros que dispuso el Frente de Todos en la Comisión de Presupuesto y Hacienda, la primera en constituirse tras el recambio legislativo del 10 de diciembre, y envió una nota a la vicepresidenta Cristina Kirchner con la que abrió la controversia.
La comisión quedó integrada por 9 senadores del Frente de Todos, 7 de Juntos por el Cambio y una para el rionegrino Alberto Weretilneck, pero la principal bancada opositora afirma que le corresponde uno más y al oficialismo uno menos, es decir, 8 cada uno, debido a la nueva proporción de fuerzas en el recinto.
Si bien el tema fue planteado durante la primera reunión de ese cuerpo, que se constituyó este miércoles para tratar la reforma del impuesto a los Bienes Personales, previamente el nuevo jefe del interbloque de Juntos por el Cambio, Alfredo Cornejo, le envió una nota a la presidenta del Senado.
Allí, la bancada opositora criticó en primer lugar que haya sido Cristina Kirchner la que designó a los senadores que integran la comisión dado que esa facultad «pertenece al cuerpo» y, si bien se puede delegar en la presidencia de la Cámara, ello todavía no fue aprobado en una sesión.
En este sentido, indicaron que la integración de la comisión «no respeta la proporcionalidad» que, luego de las elecciones legislativas de noviembre pasado, quedó con 35 senadores para el Frente de Todos, 33 para Juntos por el Cambio y 4 monobloques provinciales.
En la carta, a la que tuvo acceso Noticias Argentinas, la oposición remarcó que el bloque Frente de Todos «representa el 48,61% de la Cámara y en una comisión de 17 miembros le corresponde un porcentaje de participación de 8,26 senadores», mientras que Juntos por el Cambio «representa el 45,83% de la Cámara» y por tanto le corresponden «7,79 senadores».
«Lógicamente, en función del redondeo que resulta indefectible realizar, al Frente de Todos le corresponderían 8 integrantes en las comisiones compuestas por 17 miembros, y 9 en las comisiones de 19 integrantes, mientras que a Juntos por el Cambio le corresponden 8 y 9 integrantes, respectivamente», señalaron.
Además, criticaron el lugar que se le dio al monobloque de Weretilneck, aliado del oficialismo, porque «su cupo es de 0,26» para una comisión de 17 miembros, como es la de Presupuesto y Hacienda.
En la nota, que acompañaron con su firma los jefes del PRO, Humberto Schiavoni, y de la UCR, Luis Naidenoff, además de los «federales» Juan Carlos Romero (Salta) y Lucila Crexell (Neuquén), recién integrados al interbloque, advirtieron que «se ha vulnerado la proporcionalidad fijada por el reglamento» del Senado y que, además, con esa integración el oficialismo «se asegura la presidencia» de la comisión.
Si bien hubo previamente un acuerdo de palabra entre las dos bancadas más numerosas para que las presidencias de las comisiones clave para la gestión de gobierno quedaran para el Frente de Todos, el tema generó el primer choque en un Senado mucho más parejo que el de los últimos dos años.
Por ello, durante la reunión de la Comisión de Presupuesto y Hacienda hubo un debate al respecto, aunque ambos espacios estuvieron lejos de ponerse de acuerdo.
La senadora del PRO Guadalupe Tagliaferri fue la primera en hacer mención al tema y, tras referirse a la nota enviada a la presidencia de la Cámara alta, afirmó que «esta conformación violenta el espíritu democrático».
La oficialista Juliana di Tullio le salió inmediatamente al cruce, al señalar que «el número, la conformación y la cantidad de miembros fue producto de la política, de los acuerdos de los presidentes de los bloques».
«Los acuerdos tienen que cumplirse, la palabra tiene que cumplirse. Si no cumplen la palabra, si no les dura 10 minutos es difícil poder tener una convivencia democrática», disparó la bonaerense, al tiempo que sostuvo que luego del triunfo electoral la oposición está «teniendo una actitud beligerante, un poquito más beligerante que de costumbre».
Posteriormente se metió en la discusión el radical Martín Lousteau, quien le dio la razón a Tagliaferri y señaló: «Lo primero que tenemos que aprender es a cumplir son las reglas».
En tanto, la oficialista Anabel Fernández Sagasti se expresó en línea con Di Tullio y dijo que «hubieron conversaciones con presidentes de bloques y por eso hemos llegado hasta acá».
La discusión se trasladará probablemente al recinto del Senado la semana próxima, cuando se trate el proyecto sobre Bienes Personales al que el oficialismo le dio dictamen este miércoles, menos de 24 horas después de su modificación y aprobación en la Cámara de Diputados.