La Cámara de Casación porteña ratificó la falta de mérito y la excarcelación de dos policías de la Ciudad acusadas de encubrir el homicidio del joven futbolista de Barracas Central Lucas González.
Se trata de las policías Micaela Fariña y Lorena Miño, las primeras que llegaron a la escena en la que fue asesinado Lucas González, quienes habían sido procesadas en primera instancia por el juez Martín Del Viso pero la Cámara revirtió esa decisión y las dejó en libertad.
El fallo del máximo tribunal porteño desestimó un planteo de los padres de uno de los jóvenes sobrevivientes del ataque, Yanet Soledad Miqueo y Javier Alejandro Salas, querellantes en el expediente y representados por el abogado Javier Moral.
Los jueces Eugenio Sarrabayrouse y Pablo Jantus sostuvieron que la decisión cuestionada no merece la revisión por parte de esa instancia.
«La recurrente carga con demostrar cuál es la naturaleza del error o inobservancia de la ley aplicable al caso, de refutarlo y, en su caso, precisar cuál es la materia federal involucrada y cuál es la relación directa existente entre ella y la solución que se pretende», advirtieron los jueces.
«Ninguno de los dos supuestos mencionados se sustancia suficientemente en el caso, donde el recurrente intenta la revisión de cuestiones que se suscitan por la mera disconformidad con el modo en que el a quo valoró la prueba reunida en el expediente», añadieron.
En ese contexto, los jueces consideraron que «los hechos objeto de la hipótesis acusatoria no están comprendidas entre los motivos de casación».
El fiscal de instrucción Leonel Gómez Barbella también había insistido con la detención de ambas uniformadas, a partir del surgimiento de nuevas pruebas que –según su criterio- confirmaban la imputación.
Sin embargo el propio juez de primera instancia, Martín Del Viso, rechazó esos argumentos.