El ex director del Banco Central Enrique Szewach advirtió hoy que «un grupo muy importante» del Gobierno «está conspirando por la hiperinflación», y consideró que esa actitud «hace difícil instrumentar» el acuerdo con el FMI.
«La hiperinflación es básicamente el final de una historia, donde todos huyen del peso, pero esa condición es muy determinada por la política. Existe hoy un grupo muy importante de la coalición oficialista conspirando por la hiperinflación», alertó el economista.
Sin embargo, consideró que si el Gobierno «estabiliza su política interna, la hiperinflación es totalmente evitable, más en el marco del acuerdo con el FMI».
En declaraciones al programa «Cristina sin vueltas», que se emite por radio Rivadavia, Szewach sostuvo además que cuando la inflación se acelera, como sucede actualmente, «ningún ajuste salarial le puede ganar».
También consideró que el Poder Ejecutivo «firmó un acuerdo con el FMI que es para subir con la tasa de inflación: se incrementan las tarifas y el dólar tiene que ajustarse más rápidamente».
En esa línea, añadió: «El programa está diseñado para que suba la inflación y comenzar a hacer el ajuste fiscal con el impuesto inflacionario, porque la suba de precios aumenta los ingresos y licúa los gastos».
«Así estaba diagramado. Pero se sumaron el conflicto bélico en Ucrania, que pega en los precios internacionales de los productos que importamos, como la energía: eso va a provocar que el aumento de tarifas sea insuficiente para bajar los subsidios», enfatizó.
A la vez, afirmó que «la desintegración de la coalición política gobernante hace difícil instrumentar el programa con el FMI».
Por otra parte, el ex funcionario rechazó enfáticamente que pueda dolarizarse la economía.
«La dolarización es inviable porque el Banco Central no tiene dólares. Es una discusión inútil y marketinera. Deberíamos pensar en cómo revitalizar el peso y cómo hacer para que los dólares que están fuera del sistema puedan contribuir a la economía argentina», evaluó.
Y concluyó: «Todo eso debe darse en el marco de un programa serio que no contemple déficit fiscal, algo que la Argentina necesita desde hace décadas».