El ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, apuntó sin nombrarlo a su par de Economía y Finanzas, Martín Guzmán, al señalar que «cuando termine este Gobierno, algunos vamos a ir presos y otros irán a dar clases en las universidades internacionales».
Al encabezar un acto en Avellaneda para conmemorar los 19 años de la asunción presidencial de Néstor Kirchner, el ex intendente de Avellaneda pidió por la unidad en el oficialismo «para que nunca más vuelva el neoliberalismo a la Argentina», y consideró que si el oficialismo pierde el año que viene habrá «persecuciones a los dirigentes populares».
En su discurso, el ministro no hizo referencia al presidente Alberto Fernández, pero sí elogió a la vicepresidenta Cristina Kirchner.
«Las verdaderas peleas, las peleas más fuertes, las más desiguales, las dio la titular del Senado con la fuerza de la militancia de la gente», resaltó.
A su vez, Ferraresi le envió un mensaje a la militancia: «No nos tienen que contar los esfuerzos que tenemos que hacer los militantes. Lo tenemos que hacer por nuestra esencia, nuestra obligación y nuestro compromiso por los compañeros. Muchos dieron la vida para que hoy nosotros estemos acá».
En esta línea, citó a Néstor Kirchner al sostener que «lo importante no es ganar una elección, sino mantener las convicciones y esas convicciones que tenemos que mantener tienen que ver con el camino hacia la utopía».
«Vamos a trabajar para cumplir con el mandato del 2019, pero con la obligación de construir el 2023 con un gobierno nacional y popular que profundice las políticas y ponga a la Argentina de pie», finalizó el funcionario.
Ferraresi es el vicepresidente del Instituto Patria, usina política y base de operaciones de Cristina Kirchner y su espacio Unidad Ciudadana.
Luego de haber tomado una distancia relativa de Cristina Kirchner (fue uno de los pocos funcionarios kirchneristas que se negó a presentar la renuncia a disposición luego de la derrota electoral) y de coquetear con el albertismo, el ex jefe comunal de Avellaneda volvió a alinearse al espacio y al discurso del kirchnerismo duro.