Para economistas, el anuncio del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) sólo sirve para paliar las urgencias coyunturales de la exigida situación financiera, la cual sigue siendo crítica por el delicado escenario de reservas del Banco Central (BCRA).
El exministro de Economía Hernán Lacunza recordó que pese al acuerdo «hay que pagar US$ 3.400 millones entre el lunes y el martes, con US$ 8.500 millones de reservas netas negativas».
«No hay fondos adicionales, ni ahora ni más adelante, sólo desembolsos para cubrir los pagos al FMI», indicó Lacunza.
Por su parte, el exsecretario de Finanzas y director de la consultora Econviews, Miguel Kiguel, sostuvo que «finalmente hay acuerdo, pero no hay plata fresca y el Gobierno tendrá que seguir sacando conejos de la galera para llegar a diciembre sin agotar las reservas líquidas del BCRA».
Camilo Tiscornia, de la consultora C&T, consideró que el desembolso de los US$ 7.500 millones que llegará tras las elecciones PASO «permite recuperar los pagos realizados, el vencimiento de fines de julio y de principios de agosto».
«Se evita riesgo de crisis por colapso de reservas, pero se mantiene la delicada situación financiera», planteó el economista, al coincidir en que «no hay desembolsos adicionales, ni fondos para intervenir en el mercado para sostener los tipos de cambio, pero no lo prohíbe».
El diputado opositor y economista Martín Tetaz expresó que el FMI «confirmó lo obvio, no dejará caer a Argentina en las puertas del cambio de gobierno».
«Massa, por supuesto, se comprometió a metas que no puede cumplir y aceptó el principal pedido para poner la firma que es el de devaluar», agregó Tetaz.
Por su parte, el economista Iván Carrino, dijo que organismo multilateral «le echa casi toda la culpa a la sequía y no modifica meta de déficit y dicen que los ingresos fiscales mejorarán por nuevos impuestos a las importaciones y piden no subir gasto en salarios públicos y reducir en subsidios económicos y en déficit de empresas públicas».
En tanto, el director de la consultora FM y Asociados, Fernando Marull, consideró que «ahora el BCRA tiene que comprar US$ 6.000 millones hasta diciembre y se relajaron porque antes tenía que comprar US$ 13.000 millones y si no se cumple, no importa, total se modifica la meta».
Gabriel Caamaño, de la consultora Ledesma, opinó que el FMI le dice al gobierno que «va a tomar la decisión con la foto de las PASO y que se tiene que arreglar solo para llegar a las elecciones».
«Si quieren usar dinero para intervenir en los paralelos, no es asunto del Fondo, porque ellos siguen cobrando los vencimientos, los desembolsos también se pasaron para después de las PASO y mientras tanto, la Argentina tiene que seguir pagando», añadió Caamaño.
A su turno, la economista María Castiglioni dijo que el FMI «le tiró un par de palos a la Argentina porque sigue aumentando la cantidad de tipos de cambio y aumentó el gasto con los salarios del sector público».
«Este acuerdo evita el colapso, porque estamos en una situación sumamente delicada, de reservas muy negativas, pesos excesivos, y ningún panorama de recuperar fondos», agregó la directora en C&T Asesores Económicos.
Fernando Baer, economista de la consultora Quantum Finanzas, destacó que el acuerdo «es un alivio porque disipa la incertidumbre de los últimos días, cuando llegó a considerarse la posibilidad de que la Argentina entre en atrasos de pago».
«El riesgo de que la próxima revisión sea recién en noviembre, con desembolsos suficientes para pagar los vencimientos, es que el Gobierno no profundice las medidas que se necesitan para que la inflación no se desboque y que exista cierta calma cambiaria», agregó Baer.
Por su parte Jaime Reusche, economista de Moody´s, dijo que el acuerdo «se da en el marco de una fuerte presión sobre las condiciones económicas del país y le dará algo de alivio a las finanzas externas cuando llegue el desembolso del FMI luego de las PASO».
«Si bien esto le otorga un margen de maniobra al Gobierno, cumplir con las nuevas metas fiscales y de acumulación de reservas será muy retador, las condiciones macroeconómicas tenderán a continuar deteriorándose hasta fin de año y dejará un ambiente muy complicado para el siguiente gobierno, que se verá presionado a realizar un ajuste brusco», indicó Reusche.