El presidente Alberto Fernández, quien contrajo coronavirus el pasado 2 de abril, evoluciona «en forma favorable, con signos vitales dentro de parámetros normales», de acuerdo al último parte de la Unidad Médica Presidencial.
«El señor Presidente de la Nación, Doctor D. Alberto Ángel Fernández, sigue evolucionando en forma favorable, con signos vitales dentro de parámetros normales», detalló el informe médico.
El jefe de Estado, según precisa el parte médico firmado por el doctor Federico Saavedra, de la Unidad Médica Presidencial, «seguirá cumpliendo el aislamiento obligatorio y bajo estricto control médico».
Además, el texto señala que «se informará diariamente su evolución como así también las conductas médicas a tomar».
En declaraciones radiales, Alberto Fernández afirmó el pasado jueves que si bien en el último test que le realizaron siguió dando positivo en covid-19, la carga viral «es muy baja» y se encontraba «muy bien».
«Yo estoy muy bien. Gracias a Dios, no he tenido ninguno de los síntomas que solemos escuchar que tienen los que padecen esta enfermedad», resaltó el jefe de Estado, que se encuentra cumpliendo el aislamiento en la Residencia de Olivos.
El pasado 2 de abril por la noche, cuando Fernández comunicó a través de Twitter que había contraído coronavirus, registraba una temperatura de 37,3 grados.
El Presidente contrajo coronavirus pese a haber completado previamente las dos dosis de la vacuna de origen ruso, lo que provocó un debate sobre la eficiencia de la inmunización.
Al darse a conocer la noticia del resultado positivo del test de Covid-19, el Instituto Gamaleya de Rusia, creador de la Sputnik V, le deseó al mandatario argentino una «pronta recuperación» y explicó que la vacuna «tiene un 91,6% de eficacia contra infecciones» de coronavirus.
De esta manera, Fernández se encuentra dentro del 8,4% de personas vacunadas que pueden igualmente contraer la enfermedad.
En ese marco, el Instituto Gamaleya aclaró que la vacuna tiene «100% de eficacia contra casos graves», es decir, que elimina la letalidad y reduce la enfermedad a cuadros leves o moderados.
Ante la proliferación de versiones acerca de la falta de utilidad de la vacuna, Fernández resaltó que si no se hubiera aplicado la inmunización, «la estaría pasando muy mal».