La producción de hidrocarburos viene registrando descensos en los últimos meses, principalmente por el impacto que los conflictos en los alrededores de Vaca Muerta tienen en los yacimientos de gas no convencional.
El último informe del Instituto Argentino de Energía General Mosconi indicó que la producción de petróleo tuvo en febrero una reducción del 5,1%, que llegó a una baja del 6,8% en el acumulado de los doce meses, en tanto en el caso de gas la disminución fue del 10,7% (10,3% en los últimos doce meses).
Pero la entidad dirigida por Jorge Lapeña (ex secretario de Energía en la Presidencia de Raúl Alfonsín) destacó las diferencias en la evolución del la producción convencional y no convencional, que deja en evidencia un marcado deterioro en los niveles de generación de gas no convencional en la Cuenca Neuquina, es decir en el área de Vaca Muerta.
Al respecto, en el caso del petróleo hubo una caída del 10,9% en el convencional pero una mejora del 13,4% en el no convencional, una relación totalmente inversa a la ocurrida con el gas. En este caso, el 10,7% de caída se compuso por una disminución del 7,5% en el convencional y del 14,8% en el no convencional.
«Por quinto mes consecutivo, la producción no convencional disminuyó más que la convencional», remarcó el IAE Mosconi en su informe.
Esa tendencia podría recrudecer en marzo y principalmente en abril, debido a que la provincia de Neuquén atraviesa un extenso conflicto salarial con los trabajadores de la salud que, a pesar de no formar parte directamente de la producción de hidrocarburos, generan inconvenientes a la producción con los cortes de ruta en Añelo y zonas aledañas.
Eso generó una caída de la producción de petróleo y de gas que dio lugar a varias estimaciones de pérdida, del orden de unos 10 millones de dólares diarios. De acuerdo con el análisis del IAE Mosconi «YPF y Tecpetrol representan el 60% de la producción de gas de Vaca Muerta y explican la caída de la producción de esta formación en los últimos doce meses».
Al respecto, la entidad precisó que, si se excluyen a esas dos compañías, la caída de la producción se transformaría en un alza del 21,6%. En cuanto a la demanda, en febrero las ventas de naftas y gasoil aumentaron 4.8% respecto de enero, pero cayeron 5,8% en la comparación interanual. Durante los últimos doce meses la demanda de combustibles líquidos cayó 18.8% respecto a igual periodo anterior.
En el caso del gasoil, las ventas son 11.9% inferiores respecto a igual periodo anterior, mientras que las de nafta son 28.8% menores. Por su parte, la demanda total de gas natural se redujo 4.2%.
Se estima que los números globales de marzo (fuera del área de Vaca Muerta) podrían revertir la caída por contar con una base de comparación deprimida, ya que en ese mes de 2020 comenzaron las restricciones a la mayoría de las actividades económicas en el inicio de la pandemia de coronavirus.