Los restos de Diego Rosales, el oficial de Policía asesinado durante un operativo en una fiesta clandestina, fueron despedidos hoy en Mar del Plata en un funeral al que asistieron el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, y el intendente de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro.
El funeral,, al que también asistió el jefe de la Departamental local, comisario José Segovia, se llevó a cabo con una guardia de honor de la Policía Bonaerense en la casa mortuoria situada en Libertad y Jara, mientras que el cortejo fúnebre fue escoltado por un escuadrón de motociclistas.
Se vivieron momentos de dolor entre familiares del policía asesinado, amigos y compañeros de la fuerza, que se encargaron de contener a su hija, una nena de 10 años, informó el sitio del diario La Capital.
Cerca del mediodía, el cajón con los restos de Rosales fue retirado de la funeraria y, poco después, un policía interpretó en trompeta un «Taps» solemne.
Una bandera argentina y la gorra del policía asesinado fueron entregadas al ministro Berni, para que finalmente se las diera a la familia de Rosales.
El asesinato del policía se produjo el domingo último por la madrugada cuando junto con otros efectivos acudió al barrio Parque Estella Maris, tras recibirse una denuncia por una fiesta que se celebraba en forma clandestina vulnerando la restricciones sanitarias por la pandemia del coronavirus.
Al llegar a la intersección de las calles Jorge Newbery y Pesquero Narwal observaron un grupo de jóvenes que salían de esa reunión ilegal y agredían con piedras a un taxista.
Según la versión inicial de los hechos, los policías empezaron a perseguir a los jóvenes, que buscaron refugio en una casa ubicada en la calle Pesquero Quovadis al 3.700.
Uno de los perseguidos se acomodó algo a la altura de la cintura, lo que estimaron que podía ser un arma.
Rosales y un compañero ingresaron al lugar, pero al hacerlo un hombre de 69 años, dueño de la casa, al suponer tal vez que se trataba de un ataque contra los jóvenes o contra su domicilio, efectuó un disparo.
El proyectil impactó en el cuerpo del uniformado, quien cayó gravemente herido.
De inmediato varios móviles llegaron al lugar y pese a que trasladaron de urgencia al herido hasta el Hospital Privado de Comunidad, los médicos solo pudieron constatar el fallecimiento.
El dueño de la vivienda, identificado como Amílcar Morán, quedó aprehendido por el delito de «Homicidio agravado por el uso de arma de fuego», aunque las singulares características del hecho podrían derivar en su liberación en las próximas horas.