Choferes de micros de la industria del turismo reaparecieron este martes en el centro porteño para iniciar una protesta con corte de tránsito incluido, con el objetivo de insistir en su reclamo de ayuda al Gobierno nacional, a raíz de su imposibilidad de trabajar producto de las restricciones vigentes por la pandemia.
Los transportistas, que al igual que un mes atrás, se concentraban en 9 de Julio y San Juan, reclamaban una extensión de la antigüedad máxima de las unidades, de 13 a 15 años; una ayuda económica y que se renueve la posibilidad de realizar tours de comprar desde el interior a Buenos Aires.
Uno de los manifestantes, llamado Cristian Fernández, sostuvo que con la situación imperante en 2020 «se fueron todos los ahorros de lo producido» por los padres y abuelos de los actuales empresarios del sector.
Fernández asegura que por el momento no se plasmó en hecho lo comprometido por autoridades el mes anterior, por lo que no iban a cesar la protesta hasta que haya «algo firmado».
Hace un mes, en la misma intersección de las avenidas 9 de Julio y San Juan, los dueños y choferes de los micros permanecieron durante casi 60 horas con sus vehículos ubicados allí y generando caos de tránsito.
En aquel momento, una comitiva fue recibida por el ministro de Transporte, Alexis Guerrera, y acordaron levantar el bloqueo con la promesa de negociar algún tipo de auxilio financiero para el sector.
El 28 de mayo pasado, el Gobierno nacional otorgó un subsidio de hasta $1.500 millones del Estado Nacional, por única vez, para atender la caída en la demanda por las restricciones impuestas a raíz de la pandemia para este sector.
A través de la Resolución 160/2021, publicada en el Boletín Oficial, el Ministerio de Transporte dispuso una «compensación de emergencia» al transporte automotor de pasajeros de larga distancia por un monto máximo de $1.500 millones, que se abonará por única vez y en dos cuotas consecutivas».
No fue la primera vez en la que el Gobierno otorga un subsidio a las empresas del autotransporte: en mayo de 2020 dispuso una compensación económica de $500 millones que, en ese momento, se estableció «de manera transitoria».
Un importe similar percibieron las compañías del sector hacia fines del año pasado, mientas que en febrero de 2021 se les otorgó otros $900 millones, siempre en el marco de la emergencia sanitaria.
Los dueños y choferes señalan que «la situación del sector es desesperante» tras haber pasado más de un año sin trabajar, y que luego de dos meses de actividad limitada regresaron sus dificultades por las restricciones tras la suba de casos por la segunda ola del Covid-19.
«El capital que está parado es muy grande y mantenerlo es mucho más, los gastos que tenemos de impuestos, tasas con la CNRT, guarderías, vencimiento de registros de conducir, que sale 7000 pesos. A pesar de no estar trabajando, seguimos pagando absolutamente todo», se quejó uno de los conductores de micros.