El nivel de actividad económica durante mayo y junio tocó el piso de 2021, según un informe privado, que estimó que ya pasó «lo peor».
El Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) creció 13,6% en la comparación interanual de mayo, al acumular una mejora de 9,5% en los primeros cinco meses del 2021.
«Más allá de este salto, vale destacar que el avance se explicó por las bajas bases de comparación que dejó el 2020: al comparar con la pre-pandemia, la actividad todavía se encontró un 9,2% por debajo de igual mes de 2019», indicó la consultora Ecolatina.
A su vez, la economía cayó 2% respecto de abril pasado, con lo que perdió la mejora que se había observado en el primer cuatrimestre de 2021.
«Con este deterioro, el nivel de actividad retrocedió 0,6% en relación con diciembre del año pasado, marcando una caída en los primeros cinco meses del año», enfatizó.
«La crisis actual tiene un patrón opuesto a la de 2018-2019.
Mientras que en ese entonces los bienes, encabezados por la industria, lideraban la caída, en la actualidad estos sectores llevan adelante la recuperación. Por el contrario, los servicios, menos golpeados por el retroceso 2018-2019, muestran los peores desempeños en 2020-2021″, analizó.
En ese sentido, remarcó: «De cara al futuro, sobresale que en mayo-junio de 2021 habría estado el piso del nivel de actividad de 2021».
«En estos meses se conjugaron los problemas de la primera parte del año -alta inflación- con los peores niveles en materia de contagios de Coronavirus y, en respuesta, las mayores restricciones. Por lo tanto, podemos afirmar que, en el escenario más probable, lo peor ya habría pasado», puntualizó.
Así, en el segundo trimestre, «la actividad habría marcado una caída desestacionalizada en torno al 2%, un valor relevante, pero lejos de los desplomes espectaculares del 2020».
«Con estos números, el nivel de actividad de junio 2021 habría sido menor al de diciembre 2020, de modo que la actividad retrocedió en la primera parte del año», manifestó.
Pronosticó que, «por el contrario, la demanda y la producción se recuperarían a partir de julio».
«La celeridad del proceso de vacunación y las menores restricciones operativas, en un escenario de baja -lenta- de la inflación y recuperación -moderada- de los salarios reales, impulsarían al nivel de actividad en la segunda mitad del año», remarcó.
La consultora calculó que, si el nivel de actividad de mayo se mantuviera inalterado hasta el cierre de 2021, el PBI crecería 6% este año.
«Proyectamos un crecimiento apenas menor al 7%, en línea con algunas estimaciones del Ministerio de Economía. Por lo tanto, la economía debería avanzar en los próximos meses para lograr este objetivo, algo que, efectivamente, proyectamos que pasará», puntualizó.
Además, aclaró que «las buenas noticias tendrían corto alcance» porque «a comienzos del año que viene, tanto el dólar oficial como las tarifas de servicios públicos demandarían algunas correcciones, en línea con las recomendaciones del FMI».