La conducción de la CGT, el moyanismo y la CTA Autónoma fueron los sectores sindicales que se quedaron prácticamente con las manos vacías tras el cierre de listas, ya que no lograron ubicar representantes en las principales boletas del Frente de Todos.
Por Santiago Pérez Chiconi .
«La estructura tradicional del sindicalismo sufrió un duro revés como nunca se vio en la historia», sentenció en diálogo con NA un dirigente cegetista del grupo de las 62 Organizaciones Peronistas, al ser consultado sobre su evaluación de la confección de listas del oficialismo.
La cúpula de la CGT representada en mayor medida por los «gordos» y los «independientes» de los grandes gremios ya percibían de antemano que no iban a ser protagonistas en las lista del Frente de Todos, debido a que no tienen una relación estrecha con la vicepresidenta, Cristina Kirchner, quien fue la principal armadora de las nóminas.
Estos sectores de la central obrera cultivaron una relación más cercana con el presidente Alberto Fernández debido a que mantienen una relación de idas y vueltas y de desconfianza mutua con la ex mandataria.
En ese marco, apostaban sólo por ubicar a su secretario de Prensa y referente del Sindicato del Seguro, Jorge «Pino» Sola, en la lista del oficialismo en la provincia de Santa Fe, pero la interna en ese distrito lo dejó afuera también.
Puertas adentro existe una gran desazón en la conducción cegetista y, debido a esa situación, primó el hermetismo entre sus principales referentes en los días siguientes al cierre de listas y hasta el momento ninguno de ellos se pronunció en público sobre el tema.
Por otro lado, fue una sorpresa mayúscula que el poderoso líder de los Camioneros y de la facción cegetista del Fresimona, Hugo Moyano, no haya logrado colocar a ningún dirigente de su riñón en las listas del oficialismo.
En su entorno habían dejado correr la versión de que su hija y secretaria de Género en el gremio de Camioneros, Karina Moyano, iba a ser la elegida por el referente gremial para ocupar un lugar «entrable» en la lista de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires, pero al final no sucedió.
Al igual que en el caso de la conducción de la CGT, cerca del camionero prevaleció el silencio en los últimos días.
Moyano tuvo sus años de enfrentamiento abierto con la ex presidenta pero durante la gestión de Mauricio Macri recompusieron la relación y estrechó lazos especialmente con Máximo Kirchner, por lo que no deja de sorprender su poca incidencia en las recientes listas de precandidatos.
«No había lugar parece» y «es raro que le hayan pagado así», fueron las pocas y breves frases que soltaron dirigentes cercanos a los Moyano, al ser consultados por NA sobre esta situación.
Por su parte, la CTA Autónoma, que también fue antikirchnerista durante años pero se acercó a este espacio durante la gestión de Macri, se había entusiasmado con incluir dirigentes en las nóminas y venían «rosqueando» en tal sentido con el presidente Alberto Fernández y con el gobernador bonaerense, Axel Kicillof.
El objetivo era al menos colocar al titular de ATE-Buenos Aires, Oscar de Isasi, en un puesto expectante en la lista de diputados nacionales por la provincia, pero al final eso no se cristalizó.
«Se quedaron con los dirigentes más cercanos, no hubo posibilidad de lograr una apertura», evaluaron voceros de esa central en tono de resignación.