Una familia tipo necesitó ingresos por $ 67.576 en julio último para no caer en la pobreza, según el INDEC.
El monto corresponde a la Canasta Básica Total (CBT), que define el nivel de pobreza, y que en julio subió 1,6% respecto de junio.
En tanto, la Canasta Alimentaria (CBA), que define el nivel de indigencia, fue de $ 29.002,86 y aumentó 2,1% respecto de junio.
Ambas canastas subieron en julio por debajo de la inflación, que fue del 3%.
En los últimos doce meses la canasta total subió 51,8% y la alimentaria 58,3%, frente a un costo de vida del 51,8%.
En los primeros siete meses del año, la canasta total subió 24,7% y la alimentaria 27,9%.
Ambas se ubicaron por debajo de la evolución de la inflación en ese período, que alcanzó al 29,1%.
El costo de la canasta que define el nivel de pobreza más que duplica el valor del salario mínimo, vital y móvil, que en julio fue de $ 27.216, inferior al de la canasta alimentaria.
Según las cifras oficiales del INDEC, para una familia de tres miembros, propietarios de la vivienda que ocupan, el costo de la Canasta Básica Total llegó en julio a $53.798, y para un grupo familiar de cinco integrantes ese valor se eleva a $ 71.075.
En el caso de la canasta básica alimentaria, un grupo familiar de tres miembros, para no caer en la indigencia necesitó ingresos mensuales por $23.089, mientras que para una de cinco integrantes, el costo subió a $ 30.504.
Para una persona adulta, en julio último el costo de la Canasta Total se ubicó en $21.869 y el de la alimentaria en $ 9.386.
En los primeros siete meses del año, el costo nominal de la canasta total aumentó $ 23.0552, mientras que el alza de la alimentaria fue de $ 10.681.
Para no caer en situación de pobreza, una familia formada por dos adultos y dos menores, que no paga alquiler, debió tener ingresos diarios por alrededor de $ 2.252, y para evitar la indigencia de $ 966.
Según el INDEC, la canasta alimentaria tiene en cuenta los requerimientos calóricos y proteicos imprescindibles para que una persona adulta cubra durante un mes sus necesidades, mientras que la total incluye otros artículos y el gasto en servicios públicos.