La precandidata a diputada nacional de Juntos por el Cambio en la Ciudad María Eugenia Vidal subrayó hoy que «sólo un bloque grande en el Congreso puede frenar al kirchnerismo» y anticipó que apuntará a «eliminar los privilegios de la política».
«Nuestra principal propuesta, la más importante, es un bloque de 120 diputados que les ponga un límite, que frene la dirección equivocada que tomaron y que empiece a girar, porque eso en el Congreso no lo hacen personas individuales, lo hace un bloque, de varios partidos», sostuvo la ex gobernadora bonaerense.
Al encabezar un acto de campaña, la referente del PRO insistió en que «sólo un bloque grande en el Congreso puede frenar al kirchnerismo».
En ese marco, Vidal anticipó que Juntos por el Cambio buscará «terminar con los privilegios de la política». «Desde hace muchos años los argentinos sentimos que la política siempre nos pide esfuerzos a los mismos y siempre que miramos para el lado de los privilegios está la política».
Al respecto, indicó que la oposición aspira a la eliminación de los regímenes de privilegio en las jubilaciones: «Hay más de 4 mil personas, entre embajadores, Poder Judicial, ex presidentes, ex vicepresidentes, que cobran jubilaciones inaceptables. ¿Qué tienen ellos diferentes de nosotros?».
También planteó que pretenden que los legisladores nacionales «definan sus sueldos por la fórmula previsional con la que se fijan los aumentos de jubilaciones», a la vez que remarcó que impulsarán la «Ficha Limpia» para que ninguna persona con condena firme pueda ser postulante.
Además, presentarán un proyecto para crear un portal único con todas las declaraciones juradas de los miembros del Poder Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial: «Pero no la última, la del año en que ingresamos, sino toda la historia. Acceso fácil, los tres poderes del Estado».
En tanto, en diálogo con Esta Mañana, el programa que conduce Luis Majul en Radio Rivadavia, Vidal se refirió a la polémica por el ingreso de personas y las reuniones sociales en la Quinta de Olivos y remarcó que a su entender configura un delito, ante lo cual señaló que la situación del presidente Alberto Fernández sólo puede encaminarse «pidiendo perdón, sin excusas y sin echarle la culpa a nadie y sometiéndose a la voluntad de un juez que definirá la acción».
En ese sentido, cuestionó la intención del mandatario de zanjar el asunto con la donación de parte de sus ingresos: «No es el Presidente quien debe definir su pena, sino un juez».
Y concluyó: «Es un parche más, un manotazo de ahogado más durante esta crisis en la que el Gobierno hace todo lo que puede para hacer lo que no tiene que hacer».