La Canasta Básica de Alimentos (CBA) en los comercios de cercanía de los barrios populares del conurbano bonaerense tuvo en agosto un aumento del 1,57%, con una notoria dispersión, debido a la caída en los precios de la carne y los incrementos en los productos de almacén y, en menor medida, de las frutas y verduras.
La medición fue realizada por el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCi) y mostró que la CBA (que mide los límites de la indigencia) para una familia de cuatro integrantes pasó de $27.742,37 en julio a $28.177,49 en agosto.
El informe de la entidad destacó el impacto que tuvo la restricción a la exportación de la carne vacuna en los cortes de mayor consumo interno, aunque planteó la duda sobre si se trata del inicio de «una tendencia con menos incrementos en los precios de los alimentos» o de solamente «una situación transitoria», si se tiene en cuenta que las restricciones finalizarán el 31 de octubre.
«El cierre parcial de las exportaciones decidido por el gobierno empezó a surtir efecto en leves rebajas en los precios de algunos cortes populares como el asado y las milanesas», aseguró ISEPCi, que a su vez indicó que es el segundo mes consecutivo en el que se evidencian bajas en el precio de la carne.
Al respecto, recordó que en julio los precios de la carne habían descendido 0,29% y fueron determinantes para que la CBA subiera 0,87%, el incremento más bajo del año.
En este último bimestre la CBA aumentó 2,44% y las carnes bajaron 0,62%, pero los productos de almacén se incrementaron en un 5,04%.
De esa forma, se había quebrado una tendencia mantenida «durante diez meses consecutivos», desde septiembre de 2020 hasta junio pasado, en la que el valor de la CBA en los negocios de cercanía del conurbano bonaerense «siempre aumentó por encima del 3% mensual, mayormente encabezado por los precios de la carne».
En ese sentido, distinguió que mientras «los precios de la carne se desaceleran a partir del cierre de las exportaciones», en el caso de los productos de almacén «siguen girando sobre la base de ‘acuerdos’ con las cadenas producción y comercialización y los precios continúan subiendo en altos niveles».
«Difícil de ver que si no se aplican más fuertes medidas de control, los aumentos se detengan o por lo menos se moderen», advirtió.
La dispersión de precios en los comercios de cercanía de los barrios populares del conurbano (que no son alcanzados por la medición del Índice de Precios al Consumidor del INDEC quedó reflejada con algunos ejemplos citados en el informe de ISEPCi.
La entidad indicó que mientras el kilo de milanesas no tuvo variación el mes pasado y el de carnaza bajó un 3,45%, el precio del kilo de galletitas dulces aumentó un 10% y el de polenta un 11,25%.