El peronismo retornó este domingo a las calles, con epicentro de la Plaza de Mayo de la Capital Federal, para celebrar el día de la Lealtad, en medio de un panorama político complicado a raíz del resultado adverso en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO).
«El domingo 17 es el día de la familia. Celebremos. Y por la tarde, a partir de las 16, ahora que podemos, movilicémonos a todas las plazas para conmemorar esa gesta popular extraordinaria que fue el 17 de octubre de 1945», había sido la invitación de Alberto Fernández en su condición de presidente del Partido Justicialista (PJ).
En realidad el Gobierno había anunciado que este año tampoco habría movilización el 17 de octubre debido a la superposición con los festejos del Día de la Madre, pero la presión de distintas organizaciones políticas, sindicales y de Derechos Humanos vinculadas al kirchnerismo obligaron a Alberto Fernández a recalcular.
La intención original de la Casa Rosada era que las concentraciones, tanto en Plaza de Mayo como en el resto del país, se realizaran el lunes, un día hábil y probablemente con una menor concurrencia de público, en línea con la convocatoria que había hecho la CGT para este lunes 18 de octubre.