Las condiciones financieras de Argentina tuvieron un nuevo empeoramiento en octubre, acumulando cuatro meses consecutivos de retroceso, según el informe mensual elaborado por el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF).
El Índice de Condiciones Financieras (ICF) cayó 6.4 puntos hasta -41.3, llegando a su peor registro desde marzo de este año, aunque está mucho mejor que en octubre del 2020 cuando se ubicaba en -90.9 puntos.
El informe resalta que el empeoramiento de octubre fue todo «made in Argentina», ya que las condiciones internacionales repuntaron 3.2 puntos mientras que el índice que mide las condiciones locales cayó 9.6 puntos.
Ahora el índice global está en 34.6 mientras que el índice local se ubica en -75.9, el peor número desde enero de este año.
Con respecto al subíndice de condiciones locales se ubicó en -75.9 puntos y tuvo sólo una variable que jugó a favor, que fue el índice Merval.
El estudio señala que «esta mejora puede ser ambigua porque la suba de la brecha juega a favor de los precios de los activos que cotizan localmente, incluyendo a las acciones».
El panorama actual, según el informe, refleja que la economía argentina lleva 37 meses operando en zona de stress financiero y la última vez que el ICF local estuvo en terreno positivo fue en agosto de 2018.
La situación se vio agravada, ya que en los primeros 12 meses el stress era moderado, mientras que en los últimos 25 fue severo.
Aun así, el IAEF reconoce que el pico alcanzado en abril de 2020 se redujo considerablemente de -139 a -75, mientras que la liquidez de largo plazo y el spread por legislación son los dos componentes del ICF local que están en zona de confort.
Por su parte, el índice de condiciones externas tiene 9 componentes en zona de confort. La única variable en terreno negativo tiene que ver con la volatilidad de los commodities y su valor de -1.2 implica un stress moderado.
Entre los aspectos de mirada positiva se destacan la confianza entre los bancos, las monedas emergentes, la inflación esperada y la liquidez global.
Finalmente el informe concluye que en relación a una recuperación en los indicadores económicos durante el presente año, en contraposición con la marcada caída del 2020, se puede decir que «el rebote del piso está prácticamente asegurado dado el arrastre estadístico con la esperanza de mejora por encima del 8% y posiblemente cerca del 9%».