Las cuatro cadenas de cultivos de la Argentina reclamaron políticas estables que no ahoguen al sector y una baja gradual de retenciones, al tiempo que cuestionaron el «sesgo antiexportador» del país.
Las entidades también pidieron un «tipo de cambio de mercado y un plan logístico integral manteniendo el buen trabajo que se viene haciendo en el rubro ferroviario, e incluyendo una pronta licitación internacional de la Hidrovía».
Además, solicitaron «fomentar la adopción de tecnología para los cultivos con una justa retribución y control, y profundizar la estrategia de agregado de valor en las exportaciones».
Fue durante un evento organizado en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, en el que participaron los presidentes de Acsoja, Luis Zubizarreta; de la Asociación Argentina de Girasol (Asagir), Enrique Moro; de Argentrigo, Miguel Cané; y de Maizar, Alberto Morelli.
En el acto en el que participó el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, Zubizarreta consideró que es el momento de que la Argentina «cambie de estrategia para revertir esta difícil situación».
«La permanente crisis que venimos viviendo como sociedad tiene una salida: dejar de mirar el corto plazo en donde el Estado se apodera de los márgenes de los pocos sectores competitivos -lo que nos viene llevando hace décadas por un lento declive- para pasar a potenciar esos sectores», señaló.
«Cuente con nosotros para iniciar esta cruzada, donde se juega el bienestar de las futuras generaciones de argentinos», le dijo a Domínguez.
Zubizarreta reclamó «políticas estables que no ahoguen la producción agroindustrial» y dijo que el proceso «debemos empezarlo ahora».
«Es el momento para que nuestro país cambie de estrategia, para revertir esta difícil situación», señaló.
Dijo que en los últimos 50 años, mientras otros países crecieron en producción y exportaciones, la Argentina «se embarcó en una política que priorizó el cortísimo plazo, lo que implicó un nefasto sesgo antiexportador cuyos pésimos resultados están a la vista».
Y presentó una comparación entre lo sucedido en la Argentina y Brasil en ese período.
Dijo que mientras la producción agrícola-ganadera argentina se incrementó 6 veces, la de Brasil lo hizo 14, y sus exportaciones se multiplicaron por 70.
Las entidades de cultivos propusieron «agrandar la torta, aumentar las exportaciones e iniciar el circulo virtuoso del desarrollo federal y la generación de empleo de calidad».
Consideraron que «impactará positivamente en la recaudación aun con alícuotas menores».
Las entidades dijeron que si se implementan medidas adecuadas habrá un «aumento rápido de las exportaciones agroindustriales que tendrá un enorme impacto en la economía y en el bienestar de toda la sociedad.
Señalaron que eso «no sólo beneficiará al campo, sino también a industria y ciudad»