Más de diez funcionarios del Ministerio de Seguridad de Santa Fe renunciaron en las últimas horas, luego de una serie de allanamientos efectuados en las oficinas de la cartera por presunto espionaje atribuido al ex titular de la misma Marcelo Sain.
Según pudo averiguar NA las renuncias se produjeron el pasado martes y todos son funcionarios que arribaron con la gestión de Sain.
De todas maneras, allegados a los renunciantes revelaron a Noticias Argentinas que «se trata de una operación contra el viceministro de la cartera, Germán Montenegro, quien presentó su dimisión.
Los procedimientos se llevaron a cabo en busca de evidencias sobre espionaje ilegal atribuidos al ex ministro de Seguridad sobre dirigentes políticos, empresarios y periodistas, entre otros.
En ese sentido, renunciaron Montenegro y otros funcionarios que seguían en la cartera que encabeza Jorge Lagna: Maximiliano Novas (secretario de Coordinación Técnica y Administrativa), Emiliano Mongia (subsecretario de Prevención y Control Urbano), Pablo Alvarez (subsecretario de Investigación Criminal), Diego Llumá (subsecretario de Seguridad Preventiva), Carla Pecorini (directora provincial de Centros Territoriales de Denuncias) y Federico Llumá (director de Comunicaciones).
También presentaron su dimisión, Rodolfo Gallardo (director de la Agencia de Investigación Criminal); Sebastián Sánchez (director de Análisis Criminal); Ramiro Cortese (asistente técnico) y Nadia Schujman (asistente técnica).
Asimismo, trascendió que esos funcionarios ya habían puesto a disposición sus renuncias previamente al gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, en el contexto de la difusión de una fuerte disputa interna entre este sector que respondía a Sain y el que encabeza Lagna.
Justamente, al ahora asesor de Aníbal Fernández en el Ministerio de Seguridad nacional podría ser acusado por «haber ordenado y posibilitado la realización sistemática de tareas de inteligencia expresamente prohibidas por la ley 25.520 y sus modificatorias, consistentes en la obtención de información, producción de inteligencia y almacenamiento de datos sobre personas».
En el allanamiento en Rosario se encontró papel triturado que se presume es efecto de la destrucción apurada de documentos que podrían constituir más pruebas.
Según informó el diario La Capital de Rosario, al parecer Sain acumulaba información sensible sobre distintas personalidades de la provincia, presumiblemente para realizar eventuales «carpetazos».
El ex ministro «hacía una ficha de cada persona con la que trataba o tenía algún cruce», y en ese aspecto habría «carpetas» sobre legisladores, empresarios, gremialistas, funcionarios judiciales y periodistas.
Uno de los teléfonos celulares secuestrados en el allanamiento es el de Montenegro, hombre de estrecha confianza de Sain.