Un tribunal federal de Nueva York dispuso que la Argentina deberá revelar la metodología que utilizó para medir la actividad económica en 2013, durante el segundo mandato de Cristina Kirchner.
La decisión judicial se vincula con el juicio que le inició al país -en los Estados Unidos- el fondo buitre Aurelius Capital Management, por la manera en que la Argentina midió el PBI para pagar o no los bonos de la deuda pública cupones atados al crecimiento.
Ese fue un instrumento que se entregó en el canje de deuda con acreedores privados que se concretó en 2005.
Por su parte, Aurelius tendrá que presentarle al tribunal los documentos que prueban la compra de títulos argentinos emitidos en dólares, luego de esa reestructuración de deuda.
Ese fondo reclama US$ 159 millones que, según esa empresa, la Argentina le debe por los bonos conocidos como «cupón PBI».
En una presentación realizada hace dos años en una corte federal de Manhattan, Aurelius aseguró que la Argentina no realizó pagos de los cupones PBI vinculados a los bonos emitidos en sus reestructuraciones de deuda de 2005 y 2010.
Para el fondo, la entonces presidenta Cristina Kirchner manipuló las cifras del PBI de 2013 para evitar pagar a los tenedores de los títulos miles de millones de dólares.
Por ese motivo, Aurelius cuestionó las estadísticas que elaboraba el INDEC en aquel momento.
Según los demandantes, el entonces ministro de Economía Axel Kicillof había anunciado que el PBI de 2013 había crecido 4,9%, pero luego señaló que por una revisión de cuentas (cambio de base de 1993 a 2004), el crecimiento había sido del 2,9 %.
En 2005, el gatillo para el pago era un crecimiento del 4 % y el PBI creció 9%, mientras que en los siete años siguientes la Argentina creció un promedio del 7%, con un gatillo del 3,5 %; indicó este miércoles la agencia Bloomberg.
El cupón se abonaba siempre al año siguiente por el crecimiento pasado.
Frente a la demanda, la Argentina afirmó que realizó todos los pagos de aquellos cupones, por un total de casi US$ 10.000 millones, por lo cual reclamó al tribunal norteamericano que desestime la demanda de Aurelius.