Los precios de la indumentaria subieron casi 63% en el último año, muy por encima de la inflación del 51,2%, situación que puso al Gobierno en alerta y movilizó a una reunión hoy en el Palacio de Hacienda que incluyó a los ministros de Economía, Martín Guzmán, de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y al secretario de Industria, Ariel Schale.
Si se tienen en cuenta la situación respecto a 2019, el alza de precios está 45 puntos por encima de la inflación, siempre de acuerdo a los registros oficiales del INDEC.
«Desde el Gobierno se considera que la política sectorial debe balancear los objetivos de agregar valor nacional, fomentar la creación de empleo y la necesaria contención de los precios internos, y se revisaron líneas de acciones para asegurar que esos equilibrios se garanticen en 2022 en el contexto de las políticas para el desarrollo del sector textil», indicó Economía en un comunicado de prensa.
Del encuentro de hoy también participó el subsecretario de Programación Regional y Sectorial del Ministerio de Economía, Agustín Lódola.
El comunicado de prensa no añadió detalles de posibles medidas o cuáles fueron las conclusiones y las eventuales acciones que pudieran tomarse para frenar la dinámica alcista.
La escalada de precios se intensificó en la semana previa a Navidad, situación que se verá reflejada en el índice de precios al consumidor de enero, que seguramente ampliará la brecha.
Desde el sector industrial apuntan a un aumento en el costo de la materia prima, el costo de los fletes y la depreciación del peso que eleva la incidencia en los costos de los productos importados.
La industria textil ya recuperó sus niveles de producción a lo que elaboraba en la prepandemia, de acuerdo a informe privados por ejemplo de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIARA).
Entidades de defensa del consumidor advirtieron que los fabricantes están aprovechando el cierre de importaciones para remarcar precios.
Sostienen que las restricciones al ingreso de productos desde el exterior fue aprovechado para aumentar los márgenes de ganancia.
El cepo cambiario le permitió a las empresas la compra de insumos a un dólar oficial y luego la implementación de los precios de los bienes fijados al ritmo del dólar blue.
La producción de prendas de vestir, cuero y calzado creció 58,1% en el período acumulado a octubre de este año respecto del mismo lapso del 2020, según el INDEC.
En cuanto a los precios, la suba fue del 139,4% entre noviembre del 2019 y el mismo mes del 2021, frente a un aumento del 94% en el nivel general, según el IPC de CABA.
Desde la Fundación ProTejer destacaron que tras «cinco años de crisis y fragilidad financiera, y frente a un mejor contexto macroeconómico y mejores expectativas frente al futuro, las empresas comenzaron a repuntar y recompusieron el margen de rentabilidad anterior».
Para el instituto IERAL, las restricciones para importar, el cepo al comercio exterior y al mercado cambiario produjeron un desvío de la demanda.
Así, la mayor demanda durante la pandemia se dirigió mucho más hacia los bienes que a los servicios.
De ahí el aumento de los precios y de la producción a niveles de la pre pandemia, explican.
Los fabricantes textiles locales salieron a defenderse al sostener que si bien ahora los precios superan a la inflación, entre fines de 2016 y 2021 aumentaron muy por debajo.
Y sostienen que los márgenes con los que trabajan «se encuentran en rangos normales».
«Son compatibles con las inversiones que se requieren para atender las nuevas exigencias del mercado y continuar sustituyendo importaciones», afirman.