La ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, aseguró hoy que algunos de los alumnos que abandonaron la escuela durante la pandemia por Covid-19 en la Argentina, ahora se encuentran «perdidos en el pasillo de una villa, ya cayeron en la actividad del narcotráfico o tuvieron que ponerse a trabajar», al tiempo que descartó la posibilidad de que puedan reinsertarse en el sistema educativo.
En declaraciones al programa Modo Plager, que conduce Débora Pláger por Radio Rivadavia, la funcionaria de la Ciudad aseguró que la deserción escolar en el distrito, desde marzo de 2020, escaló a 6.500 alumnos y añadió:»Había 400 que no pudimos revincular porque tenían una situación de vulneración de derechos muy difíciles, que necesitaban intervención del Estado, desde otras áreas no solo educativas».
Acuña añadió que para este año son 100 menores los que continúan alejados de la escuela, aunque sostuvo que «después de dos años, es muy tarde para salir a buscarlos, esos chicos seguramente ya están perdidos en un pasillo de una villa, ya cayeron en la actividad del narcotráfico o tuvieron que ponerse a trabajar».
«Perdieron todas las posibilidades y su propia fe respecto a las oportunidades de estudiar, obviamente hay que intentarlo, pero es mucho más difícil que si se hubiera conocido y tomado decisiones hace dos años», afirmó la ministra.
Acuña también apuntó contra la gestión de Alberto Fernández: «A nivel nacional no hay datos concretos y reales sobre la deserción.
No hay ningún dato oficial».
La ministra ya estuvo en el centro de otra polémica cuando en noviembre de 2020 convocó a los padres a denunciar los actos de «adoctrinamiento» que observen de parte de los docentes en las clases virtuales que toman sus hijos.
«La raíz de lo sobreideologizado y de la militancia política en las aulas está en la formación docente. La raíz está en cómo enseñamos qué es un docente, la raíz está en lo que se define como perfil de un docente en un instituto de formación docente. Por eso yo insisto en que la gran discusión tiene que ser cómo enseñamos a enseñar, porque un docente que aprende bien sabe que lo que tiene que hacer es enseñar a pensar, no decirles a los chicos qué pensar», planteó la ministra porteña en aquella ocasión.