La compra de dólares por parte de las personas físicas se aceleró en el último bimestre de 2021, pese a las restricciones impuestas por el Gobierno nacional para frenar la sangría de divisas del Banco Central.
Durante diciembre del año pasado, el BCRA le vendió a «personas humanas» (tal la referencia oficial) US$ 421 millones, de los cuales US$ 201 millones fue destinado al pago mediante tarjetas de servicios a no residentes y US$ 169 millones fueron para atesoramiento.
En noviembre las ventas al mismo grupo habían sido de US$ 423 millones, de los cuales US$ 207 millones fueron a pagar servicios con plásticos y US$ 171 millones quedaron «debajo del colchón».
En octubre la venta de divisas a personas físicas había alcanzado a US$ 343 millones, con US$ 173 millones para servicios y US$ 137 millones para ahorro.
Y en septiembre había sido de US$ 326 millones, con US$ 149 y US$ 134 millones, respectivamente.
En la comparación de ambos bimestre el incremento fue de 26%.
En noviembre el Gobierno le había prohibido a las empresas emisoras de tarjetas de crédito la financiación de paquetes turísticos en cuotas.
A la luz de las cifras, esta medida habría provocado el efecto inverso generando una mayor salida de divisas con cancelaciones directas.
Los datos corresponden al Informe de la Evolución del Mercado de Cambios que realiza el BCRA.
Allí precisó que durante diciembre el sector de «oleaginosas y cereales» vendió moneda extranjera por US$ 2.572 millones, lo que implica un alza interanual de 49%.
Este comportamiento obedece a la muy buena cosecha de trigo.